María Patiño se casa por sorpresa con Ricardo Rodríguez

¡Felicidades! Ahora ya entendemos el motivo de que María Patiño haya querido guardar celosamente el destino de sus vacaciones. La presentadora no solo no quería que nadie arruinase su descanso, sino que, además, tenía un plan muy bien pensado y desde luego necesitaba llevarlo en secreto. María se ha casado por sorpresa con Ricardo Rodríguez. ¡Pero bueno! Una boda exótica, íntima y en el día de su cumpleaños...

Ha elegido el día de su cumpleaños para celebrarlo por todo lo alto. No solo con su pareja, sino que juntos han ideado la forma de recordarlo toda la vida. ¡María Patiño se ha casado! La colaboradora de 'Sálvame' ha compartido una reveladora imagen vestida de blanco -con un diseño de Ion Fitz- junto a su pareja, también de blanco, y con el mensaje: “Cruzamos océanos para encontrarnos”. Rápidamente, se ha armado la revolución en su perfil de instagram.

La pareja, que ha desvelado por fin su destino de vacaciones, ha elegido Sri Lanka para inmortalizar su relación. Y lo han hecho de forma íntima, discreta y sin que nadie se enterase. Una ceremonia muy al estilo 'Supervivientes' que supone el broche final a unas vacaciones que María ha disfrutado como nunca. No solo por los espectaculares paisajes, sino también por el camino interior que ha recorrido.

Cada hora que pasa desde que María ha desvelado el importante paso que ha dado con Ricardo se van conociendo más detalles. Desde 'El programa del verano' han contado que la primera ubicación que había pensado la presentadora de 'Socialité' para darse el 'sí, quiero' estaba a miles de kilómetros y en otro continente. "María se iba a casar en Venezuela, en Los Roques, que es uno de sus lugares de favoritos, y de dónde es su marido, pero por los problemas que hay ahora allí lo tuvieron que descartar", explicaba Pepe del Real.

María y Ricardo son una de las parejas más sólidas del universo 'Sálvame' y, sin duda, están en un momento increíble. Ahora ya con su boda bajo el brazo, les tocará regresar a España. ¿Repetirán ceremonia con sus familiares y amigos? ¿O dejarán que la magia se quede en Sri Lanka?