La abrupta salida de Paz Padilla (54 años) de 'Sálvame' sigue dando qué hablar. La presentadora ha participado en el podcast 'Lo que tú digas' de Álex Fidalgo y lejos de rehusar las preguntas no ha dudado en abordar su polémica salida del magazine que trajo consigo su controvertido despido de la cadena.
Aunque ha asegurado que nunca renegará de su pasado, al mismo tiempo confiesa que no volvería a presentar un programa como 'Sálvame'. "Era un programa en el que se gritaba y eso era lo normal. A mí ahora no me gustaría tener un programa así, estoy en otro momento", explicaba. "No soy la misma que llegó hace 14 años. Las circunstancias de mi destino me cambiaron. Yo quiero calma, para mí, la felicidad es tener calma", especificaba.
Lejos de quedarse ahí, Paz ha recordado cómo fue su último día en el programa, momento en el que, según ella, se editó un vídeo que la hizo quedar de 'antivacunas': "Me pasó factura, claro que sí. Luego el tiempo ha puesto las cosas en su sitio y aquí estamos (...) Me despidieron. Yo no sé si tuvo que ver eso, pero fue un efecto secundario. No lo quiero saber pero sucedió".
Respecto a sus compañeros, lo cierto es que no guarda relación con ninguno, pero "les deseo que vaya bien y que busquen su camino". Lo que si ha aprendido la humorista es que la televisión es un negocio y ella es el personaje, "pero tienes que diferenciarte del producto, porque si no, el personaje te come. Hay gente a la que le ha comido el personaje y no se quitan la careta". ¿A quién se refiere Paz?
María Patiño responde a Paz Padilla
La repercusión entorno a las declaraciones de Paz Padilla ha sido tal que María Patiño (52 años) no dudaba en responderle a través de su perfil de Instagram. La presentadora de 'Socialité' ha recalcado el amor incondicional y la lealtad que siente hacia su profesión, algo que, según ella, su compañera no ha tenido.
"Amo mi profesión por encima de todo. He sido fiel y libre siempre. No tengo la necesidad de pedir perdón y menos de echar culpas a las productoras que me han contratado. Hablo cuando les tengo delante, jamás cuando desaparecen", así empieza un texto de cierto enfado y decepción.
En lugar de dejar al buen entendimiento sus palabras, esta vez se ha dirigido con nombre y apellidos a la que fuera su compañera: "Detesto la hipocresía y sobre todo la ausencia de generosidad de Paz Padilla que, aún siendo compañera, cuando me pidió ayuda, estuve".