Si algo ha caracterizado a María del Monte a lo largo de su extensa trayectoria es que nunca ha querido hablar de su vida privada. La cantante guarda celosamente todo lo relacionado con su familia, su intimidad y su círculo más cercano. Una política personal que ni siquiera quiso incumplir al sentarse con Bertín Osborne, mago en esto de sacar a las celebrities todo lo que nunca antes se habían atrevido a contar.

Ahora, Del Monte vuelve a Telecinco de la mano de los especiales navideños de ‘La última cena’, un reto para el que parece que no ha medido el riesgo que supone. La cantante pisa Mediaset justo en plena tormenta de alguien muy conocido para ella: Isabel Pantoja.