Hace catorce años María Jesús Ruiz pasó de ser una auténtica desconocida a ser proclamada la mujer más bella de España. Venía de una familia muy humilde de Andújar, Jaén, y el concurso de belleza era la única vía que encontró para ver realizado su sueño: ser modelo y trabajar en televisión. Las dos cosas las ha conseguido, aunque para ello ha tenido que pagar un precio muy alto.
Ya entonces, era 2004, su elección como Miss España estuvo envuelta en la polémica. Su presunta relación con el fotógrafo y jefe de prensa del certamen, Fernando Camino –que esperaba un hijo con su novia–, hizo correr ríos de tinta. Esa relación, junto a otros detalles, hizo sospechar a las compañeras y a buena parte de la prensa que su elección no había sido limpia. Que había sido un tongo, por hablar alto y claro.
Ahora, catorce años después, esa polémica ha vuelto a ser actualidad. Lydia Lozano, que fue miembro del jurado aquel año, es la que se ha mostrado más beligerante en este tema, lo que ha encendido los ánimos de María Jesús. Lydia recordó el asunto de la relación con Camino, que María Jesús niega rotundamente. "Salí con él después de ganar y fueron dos paseos", dijo al diario ABC. Otras acusaciones más graves, según una fuente de 'Sálvame', es la que afirmaba que las chicas "si ponían un clavel en la puerta de su habitación era una señal de que la concursante estaba dispuesta a todo con tal de ganar la corona".
María Jesús Ruiz, que ahora es colaboradora de 'Sálvame', se muestra agradecida al concurso, pero no está dispuesta a admitir que hubo tongo. "Ya no sabéis que inventar. Está claro que en todas las concentraciones de miss siempre hay unas cabreadas que son las más feas y luego van diciendo que hay tongo", dijo.