Diego Matamoros (36 años) llegaba a la boda de su padre apurado, ciertamente indispuesto. Era uno de los testigos que leería en el enlace de Kiko Matamoros y Marta López Álamo pero la verdad es que no se encontraba bien; esto le hizo retrasarse y llegar más tarde que el resto de los invitados. Ahora cuenta toda la verdad sobre cómo se encontraba y revela que no ha sentido mejoría.
“Desde el viernes ando bastante mal, con arritmias, temblores, vómitos… de todo”, cuenta en redes sociales; donde se ha sincerado al respecto. El viernes, cuando llegó a la Basílica de San Miguel, donde su padre contraía matrimonio, aseguraba a los medios que si llegaba tan tarde era porque “le había sentado mal una comida”. Tres días más tarde desconoce cuál es el origen de su fuerte malestar; lo único que sabe es que ha estado malo todo el fin de semana y no consigue remontar. “Sigo con dolores y calambres. Si sigo así, tendré que ir al médico”, ha avanzado creando una enorme preocupación entre sus miles de seguidores.
Diego Matamoros, el invitado que llegó más tarde a la boda de Kiko y Marta López Álamo
El viernes, Diego Matamoros estaba ante una tremenda disyuntiva: ir al esperadísimo enlace de su padre, a pesar de su malestar, o largarse al hospital de urgencia. Ganó la primera opción. “No quería faltar”, cuenta. “Llegué con las lecturas ya empezadas. Le había pasado a mi hermana Laura mi texto por si no me daba tiempo a llegar, pero al menos pude leerlo yo”, contaba con la alegría de poder acompañar a su padre en un día tan especial.
Eso sí, su paso por la celebración fue breve. Se quedó a cenar, pero poco tiempo después se vio obligado a retirarse: “Duré dos horas y media o tres. Me tuve que ir a casa porque estaba hecho un trapo”. Y así ha seguido los días posteriores... Hoy lunes, al menos ha tenido fuerza para contar a todos cómo evoluciona, y está convencido que, como la cosa siga así, de hoy no pasa que le vea un especialista.
Diego Matamoros, un papel destacado en la boda de su padre
Kiko Matamoros quiso que sus hijos tuvieran papeles destacados en su enlace. Después de la negativa de Irene a ejercer de madrina debido a la exposición mediática que esto suponía, Laura ocupó el rol de acompañar a su padre al altar. Diego leyó en la ceremonia y, además, fue uno de los testigos, junto con Benji, el yerno de Kiko y con el que guarda un vínculo muy especial al margen de la relación sentimental con su hija. Su nieto de más edad llevó los anillos y toda la familia Matamoros se sintió profundamente interpelada en la celebración.
En su lectura, Diego Matamoros destacó la profunda capacidad de los contrayentes de amarse hasta en las circunstancias más adversas. Kiko y Marta no han tenido las cosas fáciles, pero han sabido sobreponerse, mirando siempre por el bien común de la pareja; movidos únicamente por el amor que llevan cuatro años profesándose. Diego les animó a que siguieran así, pues se han convertido en un ejemplo para todos.
Después de la ceremonia, Diego le volvió a dar las gracias a Marta por todo lo que ha hecho por su familia. Gran parte de la responsabilidad de que ahora sean una piña la tiene ella; que siempre animó a Kiko a acercarse a sus hijos, con quienes la relación no siempre había sido tan buena. La granadina le empujó a limar sus diferencias y a acercar posturas; gracias a ello, ahora pueden decir que son una familia unida pese a todo y pese a todos.
El emotivo mensaje de Diego Matamoros a su padre tras la boda
"Estuve malo pero no tuve ni la más mínima duda de que quería estar en el día mas importante de mi padre y ver cómo le colmaba la felicidad del momento", aseguraba en una emotiva carta que no dudaba en hacer pública en redes sociales todavía con la resaca emocional de la boda. Antes de terminar, Diego ha hecho un breve resumen de lo que vivió al lado del matrimonio y de (casi) todas sus hermanas y se despedía con un grito al amor: "Que el amor y la felicidad sea una norma en vuestra vida. ¡¡Vivan los novios!!".
A partir de ahora el matrimonio empieza una nueva etapa aunque marcada por el amor que pese a dimes y diretes les ha salvado siempre. Ante ellos, una larga lista de sueños por cumplir, entre ellos la de ser padres juntos y es que tal y como el colaborador ha repetido en varias ocasiones es el mejor legado que puede dejarle a la mujer de su vida.
Diego Matamoros, feliz y muy enamorado de Marta Rimbau
Diego Matamoros y Marta Rimbau han celebrado su primer aniversario juntos dando un paso más en su relación. Hace solo unas semanas, Diego se mudaba al casoplón que la influencer se ha hecho al norte de Madrid, gesto que confirma que lo suyo va viento en popa.
"Cuando nos conocimos hablábamos hasta las 5 de la mañana por WhatsApp, llamadas de 4 horas y me decía: yo puedo tener pareja pero nunca me iré a vivir con ella, cada uno debe tener su espacio. A los dos meses ya había cambiado su habitación por muebles más claritos y todo más blanquito. Y un fin de semana me quedé y ya no me fui. Casi un año y medio más tarde, formamos un nuevo hogar", escribía Marta hace solo unos días, una declaración de amor con la que confirma que lo suyo es muy especial.
Eso sí, al menos por el momento no hay ni planes de boda ni ganas de ampliar la familia, un sueño de tener hijos que ambos comparten.