¡Se acabó! Que cantaba María Jiménez con voz ronca. El amor se les ha terminado a Mar Flores y a Elías Sacal, quienes, desde septiembre, vivían entregados sin límites a él. La pena es que este sentimiento no siempre es eterno, y, demasiadas veces, resulta visto y no visto.
A la modelo y al empresario la ilusión no les ha alcanzado para cubrir el año. Una pena. Supimos de su romance en septiembre del 2016 y nos alegramos de ver a Mar, de nuevo, enamorada. El mexicano y ella paseaban de la mano por medio mundo y cuando eran descubiertos por los fotógrafos resultaban tan ideales, que parecían escapados de una editorial de moda. Pero las cosas tan perfectas también tienen taras, la de ellos, en cuestión, eran los kilómetros. Ni Elías ni ella cambiaron su lugar de residencia por lo que los miles de kilómetros entre España y México han sido insalvables.
Ha sido un noviazgo tipo montaña rusa, en el que ha habido subidas y bajadas pronunciadísimas, por lo que los rumores de crisisse han asomado más de una vez a sus vidas. Los últimos tuvieron lugar en marzo, pero ellos, rápidamente, se apresuraron a desmentirlos con unas fotos estupendas recorriendo Madrid, en las que la tía de Laura Matamoros ejercía de guía turística privada de su chico. Ahora, en plena primavera, aquel romance surgido el verano pasado, ha llegado a su fin.
Sacal ha sido la primera pareja que Mar ha presentado en sociedad tras su divorcio del padre de sus hijos menores. Javier Merino y ella anunciaron su separación en marzo del 2016, en plena Semana Santa, para que la noticia no cogiera a los niños en época de ir a clase. Siempre han mantenido unos términos muy cordiales y amables, haciendo de su ruptura todo un ejemplo de cara a la galería.