A la familia Matamoros Flores este confinamiento les está sirviendo para acercar posturas de manera pública y el nexo de unión no es otro que Laura Matamoros. Después de protagonizar varios directos en Instagram junto a su hermana Anita donde aprovecharon para cocinar y maquillarse, este lunes la hija de Kiko Matamoros ha sorprendido a todos al ser entrevistada nada más y nada menos que por su tía Mar Flores.
La modelo se encuentra confinada en su casa de Madrid junto a sus hijos, ha sido desde allí desde donde ha conectado con su sobrina. Visiblemente contenta, Laura ha narrado cómo está siendo su cuarentena junto a su hijo Matías: "Está asalvajado perdido. Va a hacer dos años y es un terremoto. Me ha venido bien este parón para pasar el mayor tiempo posible con él".
Ambas no han querido dejar pasar las comparaciones que les hacen desde que la hija de Kiko Matamoros se convirtiese en un personaje público: "Todo el rato me dicen que nos parecemos mucho, para mi un honor porque eres un cañón", reconocía orgullosa Mar. "Hay que ver la genética de los flores como es", bromeaba Laura.
Mar reconocía que ha sido la naturalidad de su sobrina lo que ha hecho que tenga tanto éxito a nivel mediático: "Eres una persona muy natural, muy sincera, con tus prontos. Y eso no está mal. Te has llevado a todo el mundo al bolsillo con una manera natural porque tú eres así". Sin embargo, es su vida personal lo que hace que la modelo se sienta muy identificada con su sobrina y es que no hay que olvidar que Laura fue mamá con 25 años.
"Verte tan joven con un bebé. Ahí me veo reflejada. Yo me quedé embarazada de Carlo con 21 y te digo una cosa, es una experiencia muy bonita porque he salido con él a discotecas, he compartido planes de adultos, y cuando era pequeño tenía tanta energía que saltaba en los charcos", narraba a la vez que reconocía que con la llegada de sus mellizos las cosas fueron muy diferentes: "Tuve a los mellizos con 41 y te digo una cosa que hubo un momento que necesitaba superalimentos".