¿Qui��n copia a quién? Mar Flores frente a su sobrina Laura Matamoros, dos caras de la misma moneda

‘Marvelous’. Y ahí llevas el juego de palabras. Mar Flores (54 años) ha vuelto a la televisión con un proyecto diseñado totalmente a su medida. Un espacio, solo para ella, dentro de ‘Espejo Público’. Unos minutos para poder hablar de moda, tendencias y estilo de vida; pero, un momento, ¿no había otra Flores haciendo una propuesta muy parecida en televisión? Mar dará la réplica a su sobrina  Laura Matamoros (30 años), hija de su hermana Marian, y a su sección en ‘Vamos a ver’. ¿Pura coincidencia o hecho adrede?

La última vez que Mar Flores pisó un plató fue antes del verano y también en Antena3. Entonces, era uno de los fichajes más potentes de ‘Y ahora Sonsoles’, donde cumplía una función de comentarista de la actualidad. Temas candentes que estaban en boca de todos y de los que ella podía aportar su visión de ciudadana de a pie, nunca opinando como experta. Pero ahora, en ‘Espejo Público’, sí que participa en categoría de profesional del ‘lifestyle’. Juega en casa y a algo que conoce sobradamente. Como le ocurre a su sobrina Laura Matamoros.

Laura ha venido a ser el estupendo relevo generacional a la figura de su tía Mar. Dos caras de la misma moneda. Las dos elegantísimas, destilando clase en cada una de sus apariciones ante los medios, pero enfrentadas. Cada una situada desde su atalaya en la cadena contraria y con pocos minutos de diferencia. 

Mar Flores: De ‘Canguros’ a experta en estilo de vida

A Mar Flores, con esa ambición que siempre la ha caracterizado, se le quedó corto muy pronto el mundo del modelaje. Le aburría soberanamente ser solo una cara o un cuerpo que posaba con ropa que otros elegían para ella. Así que probó suerte como actriz, que le resultaba más estimulante y todo un reto. En 1994 se estrenó en una de las comedias televisivas del momento, ‘Canguros’, con Maribel Verdú, Silvia Marsó o Paula Vázquez. En la sit-com estuvo dos años, y, además, realizó varios personajes episódicos en otras series de la época como ‘Hermanos de leche’. A ella todo esto le parecía de lo más enriquecedor, pero las críticas se cebaron con ella...

A pesar de los comentarios, Mar Flores sentía que su carrera pasaba por el entretenimiento. Así, compaginando pequeños papeles en televisión, con participaciones en algunos de los programas del momento, incluso, hasta en cine, la ex de Fernández Tapias estaba apuntalando su carrera en el showbusiness.

Ni Laura, ni Mar: Marian Flores, la verdadera pionera del clan

Lo más curioso es que Mar Flores no era la primera de su casa que triunfaba en la pequeña pantalla. La pionera de todo ello había sido su hermana mayor. Marian fue una de las azafatas más queridas del ‘Un, dos, tres’. Su primera boda, en 1977, fue portada en la revista Lecturas. Un enlace al que Mar acudió siendo, prácticamente, una niña.

Pero ella, a diferencia de las Flores que vendrían detrás, se cansó pronto de la fama y escogió un discreto segundo plano al que se ha mantenido fiel con el paso de los años. 

Boda de Marian Flores

Y parecía que Mar Flores, con su boda con Javier Merino, seguiría los pasos de Marian pero lo cierto es que nunca se alejó ni de los eventos ni de las alfombras rojas, aunque sí de los platós y de los guiones. De ahí que, cuando el año pasado, fichó por Antena3, fue toda una revolución. La exmodelo regresaba a casa, la cadena que la había visto crecer profesionalmente.

¿Por qué Mar Flores causó baja en 'Y ahora Sonsoles'?

Pero en junio, tras el amargo momento que atravesaba debido a la condena de su hijo mayor por un delito de estafa, la maniquí prefirió mantener, durante algún tiempo, un perfil más bajo. Y la mejor manera para ello era retirarse de la televisión, por muy feliz que estuviera en el plató de ‘Y ahora Sonsoles’.

Afortunadamente, no ha tenido que esperar demasiado para su regreso. En otoño, ahora que las aguas parecen algo más calmadas, vuelve. Y lo hace a un espacio seguro y bajo sus propias normas. Nada de actualidad de la que tenga opinar ni de la que le puedan preguntar. Un espacio cerrado y perimetrado por la moda, la belleza y el estilo de vida, temas que domina y con poco margen a la polémica. El lugar seguro que, en un momento de su vida como este, necesita.

Pulso mediático entre Mar y Laura

Quizás con lo que Mar Flores no cuenta es con el pulso mediático con su sobrina. Ya se ha estrenado en su sección, en la que propuso al equipo de 'Espejo Público' que le acompañara a un evento. Les mostró todo: desde cómo se viste, se peina y se maquilla; a las fotos que toma para sus redes sociales y la llegada a la fiesta. Un día en la vida de Mar, vamos; una de las mayores expertas en photocalls de nuestro país. 

De momento, su sección difiere de la de Laura Matamoros, mucho más de batalla y con 'acting' en plató. Nos explicamos. La influencer, si tiene que mostrar recetas para hacer con los más pequeños en casa, lo hace en plató. Si tiene que contarnos que ahora las braguitas de lana se llevan para salir por la calle y a modo de micro pantalones, lo hace desde el plató... lo que define a su generación de profesionales. Algo mucho más espontáneo que la propuesta de su tía Mar.

El mismo producto pero para dos públicos muy diferentes

Al final, las dos son un producto parecido pero para un público distinto. Al igual que su tía y su madre, Laura Matamoros también se dio a conocer a través de la televisión, pero, en su caso, fueron los realities los que le dieron el pase de oro a la fama. 'GH VIP' y 'Supervivientes' fueron sus primeros pasos mediáticos. Y, de ahí, al estrellato en redes sociales, donde se ha convertido en toda una referencia. 

Actualmente, tanto Laura Matamoros como su hermana Anita forman parte de la lista Forbes de los influencers más importantes del año. Todo un honor. En sus redes, Laura muestra su día a día sin filtros, sus looks y sus compras. Realiza un contenido que la gente consume feliz y sabe que su público está en las pantallas de los móviles. Ella es (pretendido o no) la versión 2.0 de su tía Mar.

La popularidad, los flashes... Mar Flores los entiende de otro modo. De una manera más clásica y de formas más estáticas. Tampoco necesita adaptarse al devenir de los tiempos porque su público no está donde está el de su sobrina, que exige inmediatez, frescura y mayor exposición. Y si el público de Laura está consumiendo sus stories, el suyo está viendo la televisión o disfrutando de Instagram de un modo completamente distinto al del las seguidoras de la otra.

Al final, son lo mismo pero para 'targets' distintos. Y, aunque las pongan a competir, cada una tiene un nicho de mercado ya fijado y, por fortuna, y de cara a unas futuras (e hipotéticas) reuniones familiares ninguna pisa el terreno de la otra. No puede existir tensión porque manejan 'compradores' distintos. Y, eso, para Marian, en medio de las dos cuando ella solo quiere estar ajena, le debe de resultar enormemente tranquilizador.