Manu Tenorio al fin ha podido recuperar su vida tal y como la conocía. Aunque, eso sí, le han quedado como recuerdo de su accidente doméstico algunas cicatrices en los brazos. Y es que, el año pasado, nada más regresar de sus vacaciones familiares, y al ir a revisar los plomos de la casa, se produjo un cortocircuito que provocó una gran explosióny, por tanto, quemaduras en sus brazos, pecho y rostro. Un susto que pudo haberle costado la vida.
A lo largo de todo este año, Manu se ha sometido a sucesivas operaciones de reconstrucción para mejorar las quemaduras. El músico tenía la piel en carne viva después de que las chispas le abrasaran numerosas partes de su cuerpo. El artista ha necesitado implantes para que, especialmente sus brazos, la parte más expuesta y dañada, volvieran a ser los de antes. Aún con todo y con esto, Tenorio aún luce ‘heridas de guerra’, fruto de las secuelas de lo vivido.
El padre de un niño se ha apoyado todo este tiempo en su familia, especialmente en su mujer, Silvia Casas, que, durante su estancia en el hospital, se convirtió en su portavoz. El cantante ha necesitado tiempo y recuperación para volver a disfrutar de una de sus actividades preferidas, tocar la guitarra.
Este verano le vemos feliz en Formentera, disfrutando de sus seres queridos y sabiendo que no debe dar nada por sentado pues la vida le cambia a uno de un instante para otro.