Ana María Aldón (45 años) se siente una mujer completamente renovada desde que se separó de Ortega Cano. Compró una vivienda a su nombre, y hace lo que le viene en gana sin tener que consensuarlo con nadie. Pero, ojo, este libre albedrío también tiene una contrapartida. La gaditana ha descubierto que tiene muchas más manías de las que creía. Manías que pensaba que tras haber convivido diez años con una persona tenía más que superadas, cuando nada más lejos. Estaban aletargadas, esperando el momento oportuno para reaparecer. Y ha llegado ahora.
“Hace diez años que yo dejé de tener casa propia para convivir, y me he sorprendido de que ahora tengo las mismas manías que hace diez años. Ni un vaso en el fregadero, la tapa del váter abajo, todos los días quito las cenizas de la chimenea… Con los días estoy comprobando que voy a peor”. Ana María Aldón revelaba sus costumbres a Emma García, que había quedado muy sorprendida al ver cómo era el salón de su nueva casa. Al fin, la colaboradora puede tener una vivienda 100% a su gusto, sin tener que llegar a un acuerdo decorativo con nadie. “Mi casa es de estilo contemporáneo”, resume. La anterior, el chalet en el que crió a su hijo junto al ex torero, era mucho más clásico, como le gustaba al maestro. Decenas de referencias al mundo de los toros, muebles pesados y que dotaban a la casa de más edad, y un sinfín de recuerdos de Rocío Jurado hacían del lugar algo más parecido a un museo que a un hogar. Ana María no encontraba ahí su sitio, pero en esta vivienda unifamiliar que ha comprado, sí que lo ha hecho.
La colaboradora está orgullosa de las decisiones que está llevando a cabo y, aunque se está tomando su tiempo para que la pieza quede totalmente a su acomodo, la decoración marcha fenomenalmente. Y más si tenemos en cuenta que solo hace un mes que la adquirió.
Así es la decoración contemporánea de la nueva casa de Ana María Aldón
Blancos y grises son los colores que predominan en el nuevo salón de Ana María Aldón. La colaboradora ha escogido líneas limpias para los muebles de su nuevo hogar, primando, además de crear estancias atemporales y que ofrezcan amplitud, lugares prácticos. Como es ella, una mujer moderna pero, por encima de todo, pragmática.
Ana María aprovecha la luz que entra por los grandes ventanales de su casa y aporta calidez a los ambientes añadiendo unas preciosas plantas de gran tamaño que siempre son unas buenas compañeras para crear espacios más personales.
Su baño en tonos neutros también ha sido otras de las estancias que nos ha dejado entrever. Con mármol beige, toallas a juego, bañera y un bonito jarrón color tierra con flores secas, completan este espacio de su nueva casa, que invita a la paz y al relax.