En los últimos años la vida de Malú ha ido cambiando sin parar. Tanto de manera voluntaria como de manera accidentada, pero ella se ha ido reponiendo a las circunstancias, bailando al son de la música que sonaba y caminando hacia adelante. Y eso que una de las cosas que más le ha marcado ha sido la operación por una rotura de ligamentos a la que tuvo que someterse en 2019 tras hacerse daño en un tobillo durante un ensayo de la gira que tenía planeada. Eso hizo que tuviera que cancelar ‘Oxigeno Tour’ que tenía un gran listado de conciertos del que gran parte no podría haber hecho de todas formas porque en 2020 llegó la pandemia.
Una situación muy rara en el país que a ella le pilló recuperándose todavía de la lesión, viviendo la primera etapa de su relación con el exlíder de Ciudadanos Albert Rivera con el que comenzó en 2018 y embarazada de su primera hija. Un cúmulo de acontecimientos que la puso en el ojo mediático, un lugar del que Malú siempre ha huido, tanto que, a pesar de haberse comprado una casa en La Florida para vivir su nueva relación, se marchó a vivir de alquiler a La Finca para no poder ser objeto de los paparazzi que querían captar una imagen de la feliz pareja.
Y esa decisión inmobiliaria fue la primera de muchas, y ha culminado, tal como este digital ha podido comprobar, con la venta del último inmueble que le quedaba de sus inicios en la música, su casa de Aravaca. Una vivienda independiente de tres plantas con garaje y jardín que nunca fue su hogar sino el de su madre que era copropietaria desde que lo compraron en 1999. Ella siempre vivió en Majadahonda, en otro inmueble que compró en 2001 y que también vendió en 2021 por 890.000 euros según las informaciones que se dieron en el momento y que era un poquito más grande, tenía en total 371 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, seis habitaciones, tres cuartos de baño, jardín y piscina privada.
Ahora, aquellas dos viviendas que la acompañaron durante muchos de los 26 años que lleva de carrera han quedado atrás, y Malú ha comprado dos nuevas viviendas. La primera de ellas la que ya citábamos en La Florida, una urbanización en una buena zona de Madrid que compró en 2019 y que fue su refugio junto a Albert y su hija cuando la presión mediática se rebajó y cuando finalizaron la reforma a la que sometieron a la construcción. Es una mansión pues tiene 589 metros cuadrados sobre una parcela de 2.800 metros con seis dormitorios y cinco cuartos de baños. Más modesta es la compra del inmueble que hizo después, un piso en Majadahonda del que es propietaria junto a su madre y en el que ahora está instalada junto a su pequeña. Lo compró en marzo de 2021 y es un piso con plaza de garaje y trastero de 130 metros cuadrados, es la casa menos lujosa de todas cuanto a tenido, pero parece estar muy a gusto en ella, pues es donde reside desde que en 2022 rompiera su relación con el abogado.
Sin duda, aunque se trate de dos compras y dos ventas, todos estos cambios inmobiliarios suponen un gasto muy grande, algo que la artista puede solventar tras 26 años triunfado sobre los escenarios. Una buena prueba de ello es su empresa, Aprendiz y Canciones SL, la entidad a través de la que gestiona sus conciertos y giras, y cuyo objeto social es la creación artística y literaria. En 2022, el último año actualizado, Malú volvió a facturar un dígito de siete cifras, algo que no había ocurrido en los tres años anteriores debido a las circunstancias anteriormente citadas, algo de lo que se ha resarcido en el año en que vio como su amor se rompía facturando 2,3 millones de euros.
Y por si esto fuera poca alegría, además la cantante parece estar enamorada de nuevo. Según unas imágenes que pudimos ver hace solo unas semanas, la artista podría estar viviendo un romance con Ángel, al que llaman El Turco y forma parte de su equipo de trabajo. Según la información de varios periodistas como Laura Fa habría sido visto acompañando a Malú en diferentes momentos y compromisos profesionales en los últimos meses. De manera que parece que ahora los astros se le han alineado y no solo le va bien en lo profesional, también en lo personal, y en el terreno económico no tiene de qué preocuparse ¿Qué más se puede pedir?