Mahmood y Blanco se sinceran para 'Lecturas': "Como en nuestra canción, vivimos el amor con altos y bajos"

Mahmood y Blanco, los ganadores del festival de Sanremo y representantes de Italia para Eurovisión, se sinceran para ‘Lecturas’

Blanco Mahmood
Instagram @sanremorai

El amor. O el desamor. O la dificultad de amar. De eso trata “Brividi”, la canción con la que Mahmood & Blanco se alzaron con el triunfo en el Festival de Sanremo y que, en tan solo 24 horas, ocupaba el 5 lugar entre las canciones más escuchadas en el mundo. Al mismo tiempo, el videoclip -en el que veíamos por primera vez a Mahmood abrazado a un chico- conseguía en Youtube 14 millones de reproducciones… Y eso que estamos hablando de una canción melódica y en italiano. Olvídense del mainstream. Sentimentalmente confiesan que están como en su canción, debatiéndose entre altos y bajos, pero en lo profesional, el éxito no les da ni un respiro. Otra vez Italia parte como favorita en el Festival de Eurovisión.

Mahmood, eres el compositor y el autor de la letra, una letra demoledora, pero preciosa. No sé si es fruto de tu creatividad o de una relación que se acaba de romper…

M: Brividi (Escalofríos) es el relato de nuestras experiencias personales… Del último año, sí (risas) Mías y de Riccardo (Blanco). A mí, lo que más me representa del texto es cuando canto “A volte non so esprimermi, E ti vorrei amare, ma sbaglio sempre” (a veces, no sé explicarme, y te querría amar, pero me equivoco siempre”. Pero “Brividi” no es solo desamor. En realidad, creo que se trata también de un canto a la libertad. Libertad también para equivocarte. Pero es cierto que en la canción hay mucho miedo. A dar el máximo siempre pero sentir miedo a no recibir lo mismo, miedo a no saber si lo que estás sintiendo es cierto o no, miedo a no saber explicar lo que te pasa…

Es curioso que gente tan joven como vosotros con tantas Apps y métodos con los que comunicaros, al final, no sepáis como hacerlo. Os sintáis solos o os sea más fácil conseguir una relación sexual antes que una sentimental.

M: En mi caso, tengo que decirte que me es mucho más fácil tener sexo que entablar una relación amorosa de verdad. Creo, en realidad, que estas cosas de las apps desactivan los mecanismos sentimentales, de hecho. Como si el amor en realidad se hubiera convertido en algo superfluo y lo primordial fuera el sexo. En la verdadera apuesta. O en la que arriesgas menos. Eso aparece en la canción, que el sexo lo convertimos en una vía de escape. Follar para olvidar (en español). Y con eso se intenta ir hacia adelante pero, al final, termina siendo un círculo vicioso. Soterras con el sexo aquello que verdaderamente quieres. Vamos, una mierda (risas)

B: Yo es que he nacido con las redes sociales (risas) (tiene 18 años) pero sí que es cierto que cuando conoces a alguien a través de las redes, conoces solo una parte o cómo se presenta a sí misma en la redes y no sabes tampoco si eso es lo real. Todo es muy diferente cuando la conoces “dal vivo”. Creo que es más guay porque tienes cosas por descubrir, porque hay secretos y misterios que solo se pueden conocer si no hay pantallas de por medio.

Al hilo de lo que dices de los misterios, en las apps eso de lo cargas porque las personas aparecen ya filtradas. No hay sorpresas.

B: Eso es lo que te decía. No hay lugar a la sorpresa a encontrar algo que quizás te guste más. A ver, las redes son guays. Conectas con mucha gente de todas partes. Socializas un montón. Yo, que vengo de un pueblo de 300 habitantes, imagínate, qué habría hecho yo con mi vida (risas).

M: Y después de lo que hemos vivido con el Covid, nos habríamos vuelto locos en casa sin la interacción que nos dieron las redes… pero creo que, en realidad, han hecho mucho más complicado conocer a la gente de verdad.

En la canción, se pueden observar dos maneras de ver el amor (o el desamor) una más madura, pero también más decepcionada, y otra más joven, más intrépida…

B: De Fiestaaaaaaaaaa (risas)

M: Son dos partes de lo mismo, pero sí, creo que la parte de Riccardo es muy impetuosa, muy poética, muy inocente… La mía es la parte más infeliz. Más deprimida? (risas) Pero también he vivido momentos felices en el amor, te lo juro (risas) Como Riccardo, cuando he tenido pareja, mi forma de ver las cosas era más poética, pero, últimamente, mi estado sentimental está un poco de aquélla manera… Con altos y bajos. Ahora, estoy soltero y bueno, buscando algo que quizás no he encontrado o que quizás no encontraré jamás… No lo sé.

B: Peccato, Alessandro (Mahmood)!

Blanco Mahmood

Blanco y Mahmood, durante su victoria en el festival de Sanremo

Gtres

El desamor o la infelicidad incita más al arte que la felicidad y el amor, ¿no?

B: Cuando vives una emoción muy grande, o un dolor muy grande también eh? Lo guay del arte es que lo quieres cantar en seguida pero, en realidad, si quieres hacer algo bueno, con sentido, completo, lo mejor es esperar para madurarlo y entenderlo porque luego, lo que sale de ahí es mejor

Creo que era Oscar Wilde el que decía que cuando vives un momento feliz hay que vivirlo y dejarse en ponerse a escribir, que ya tendrás tiempo para hacer eso.

M: Creo que es porque, al menos en mi caso, nos saboteamos cuando somos felices. Buscas algo que no esté bien porque te parece imposible que todo sea tan bueno… Supongo que el cerebro está programado de esa manera y que, sin querer, tienes ese sentimiento melancólico siempre.

Tú Riccardo, con lo joven que eres, eso ni te lo planteas, ¿no?

B: (risas) También tengo mis altos y mis bajos, no te creas…

Se habla muchísimo de la química que hay entre vosotros. ¿Os conocéis desde hace tiempo? ¿Cómo se creó el dúo?

M: Nos conocimos el mismo día que nos pusimos a escribir la canción en casa del productor. En su estudio. Ahí nació todo y creció y creció…

B: Desde entonces estamos juntos todo día juntos, trabajamos juntos, hacemos las entrevistas juntos (risas) Se ha creado muy buena sintonía entre nosotros. Nos queremos mucho y, a veces, terminamos hasta el c* pero… (risas)

M: Si sí. A veces lo quiero matar todo el rato, pero es mi hermanito pequeño… (risas)

Entiendo que en Brividi cada uno cantáis a dos relaciones distintas…

M: Pero el sentimiento, el esencia, es la misma. Es universal. Los dos tenemos historias diferentes, vidas diferentes, formas de vivir diferentes… pero la esencia ante el amor es la misma, “desnudo frente a tus sentimientos”, tus miedos, como se dice en la canción. Un mix de emociones, a veces inexplicables pero, en ese desastre, todos, la gente, nosotros, nos reconocemos.

En el videoclip de hecho, aparecen dos relaciones, una homosexual, la de Alessandro, y otra heterosexual, la de Riccardo y, para bien, no ha habido polémica alguna. Tampoco en Italia donde quizás sois más tradicionales en ese sentido.

B: Porque lo hemos contado en ese video es lo que somos. Nos mostramos como somos. Es lo que hemos vivido cada uno. Y lo que somos. No hemos hecho nada políticamente dirigido en contra de los conservadores. Todo ha fluido con naturalidad.

M: Creo que en mi camino he sido coherente. Con mis canciones, con lo que he escrito, con cómo soy con mis amigos… Y el video es consecuencia de eso, de lo que hemos vivido, de lo que somos, aunque yo no haya dicho algunas cosas con altavoz. Pero aunque nosotros hemos hecho las cosas con esa naturalidad, también te digo que no esperábamos que se acogiera con la misma naturalidad… Pero ha sido así. Quizás como la base de todo es el amor, el sentimiento, ninguno puede cancelarte. Cuando se habla de un sentimiento tan fuerte, tan universal, todo adquiere una dimensión de 365 grados y no hay más que hablar.

Las cifras que rodean Brividi son espectaculares...

B: ¡Ha sido increíble!

Blanco Mahmood

Mahmood y Blanco, en el backstage de Sanremo

Instagram @sanremorai

Y ahora, lo próximo, ¡Eurovisión!

M: Intentaremos dar el máximo. Estamos muy orgullosos… Sobre todo por haber encontrado cosas que no esperábamos encontrar… Tenemos que dar el máximo por todos aquello que escuchan la canción y eso les da aliento. Se lo debemos, no?

B: Esa es la expectativa. Ir sin expectativas. Solo divertirnos.

Riccardo, 2021 fue tu año porque grabaste tu primer disco y has conseguido 28 discos de platino. Este es ya el remate, ¿no?

B: La verdad es que es todo muy extraño. Mi vida ha cambiado de una manera casi… violenta. Estoy intentando dar un paso atrás para tener tiempo para pensar las cosas dos veces y no equivocarme y no cambiar.

Para ti, Alessandro, después de Tel Aviv, ¡a la segunda va la vencida!

M: Por favor, no me digas eso!!!! (risas)

¿Por?

M: Porque dicen que si llegas a un sitio de favorito, después no ganas.

¡ero así llegasteis a Sanremo y ahora estamos hablando de vuestra victoria!

M: Mira, lo importante es que vamos a intentar hacer “una bellísima figura”, que todo va a salir bien, en Turín…

B:… que no se nos caiga una bici de diamantes en la cabeza (risas)

M: … Y si no ganamos Eurovisión, nos conformamos con el primer puesto en la Billboard mundial (risas)