‘Maestros de la costura’: los concursantes de la nueva edición del programa

Álvaro es de Madrid y tiene 32 años. Ha sido boxeador y ha participado en más de 50 combates de boxeo. Por el vestuario que lucía sobre el ring y su forma de moverse en él le apodaron elegancia. Hace unos meses fue apuñalado en un pulmón durante una discusión de tráfico y estuvo en estado crítico. A raíz de aquel incidente ha tenido que dejar el boxeo. Sin embargo, Álvaro sigue vinculado a esta actividad a través de una marca de ropa para boxeadores que ha lanzado.

Ana es higienista dental, tiene 31 años y procede de Jerez de la Frontera. Tras presentarse a los castings de las anteriores ediciones de ‘Maestros de la costura’ volvió a intentarlo en el de la cuarta, y logró ser seleccionada. Padece hiperhidrosis, una sudoración excesiva que le afecta a las manos. Ana intenta que esta afección, que no llevó bien en la adolescencia, no le suponga una limitación.

Ancor es un valenciano de 27 años licenciado en Bellas Artes y profesor de pintura. Le encanta la moda de la década de los 50. Está casado y tiene un bebé en común con su esposa. Le gusta mucho diseñar y coser prendas para ella. La considera su musa, la persona en la que se inspira para sus diseños.

Elena es una joven de 25 años de Valencia. Es profesora de baile, una disciplina que le apasiona tanto como la costura, otra de sus grandes pasiones. Elena aprendió a coser gracias a su madre, que le confeccionaba vestidos para sus actuaciones de baile. Además de profesora de danza es estudiante de Bellas Artes e Historia del Arte. La joven valenciana, que ha ganado varios certámenes de belleza, está dispuesta a ganar ‘Maestros de la costura’ con disciplina y esfuerzo.

Fermín procede de Huelva, tiene 36 años, estudió diseño de moda y ejerce de estilista. Aunque se considera moderno dice que también tiene una parte clásica. De hecho, le gusta combinar prendas clásicas con otras modernas. Los tacones son una prenda que a Fermín le encanta incorporar en sus looks.

Gabriel es de Mérida, tiene 33 años y es psicólogo. Es aficionado al gimnasio y se considera una persona presumida. Le encanta el mundo de la moda y es muy fan de ‘Maestros de la costura’. Gabriel, que no logró ser seleccionado en el casting de la tercera edición del programa, volvió a presentarse en el de la cuarta y ha logrado ser seleccionado.

Javier es de Valencia y tiene 48 años. Aunque no es futbolero trabaja en la directiva del Levante U.D., un club de fútbol valenciano de primera división. Javier es muy fallero. Participa en los eventos de su barrio relacionados con las Fallas. La costura es una de sus pasiones. Con los consejos de sus vecinas como ayuda aprendió a coser de forma autodidacta.

Laura, madrileña de 36 años, es administrativa y también trabaja como camarera los fines de semana. Durante el confinamiento por la crisis tel coronavirus comenzó su incursión en el mundo de la costura. Le encantaría dedicarse profesionalmente a la creación y confección de prendas de ropa.

Lluís tiene 26 años, es de Barcelona, ha estudiado patronaje y se dedica al mundo de la moda. Sus padres, ferreteros, querían que formase parte del negocio familiar, pero el joven tuvo claro que quería dedicarse a la costura. 

Mily es una motera de 53 años a la que le encanta la estética vintage y rockabilly. Ella misma elabora las prendas de sus looks. Tuvo durante 20 años una tienda de ropa en Segovia que cerró para mudarse a Benidorm, decisión que tomó porque le encanta el sol. Mily tiene dos hijas y está casa con el vocalista del grupo Tenessee.

Nani es de Sevilla, tiene 41 años y es cabo primera en el ejército del aire. Conoció en una de sus misiones en Afganistán a su marido, con quien tiene dos hijos en común. A Nani le gusta mandar y confiesa que en su casa la llaman ‘la sargento primero’. Se considera una persona muy competitiva.

Yelimar tiene 31 años, es de Venezuela, trabaja de comercial en una empresa de telefonía y tiene un bebé. Su madre era modista y aunque ella le hubiese gustado estudiar diseño de moda, por motivos económicos no pudo hacerlo. La costura fue una terapia para Yelimar durante una etapa en la que estuvo en silla de ruedas tras sufrir un accidente de tráfico. El incidente ocurrió mientras ella y su marido escapaban de un intento de secuestro. Yelimar, que perdió una de sus piernas a consecuencia del accidente, puede caminar con normalidad gracias a una prótesis.