Lydia Lozano es una de las colaboradoras más queridas de 'Sálvame'. Tanto que, a pesar de las críticas que le caen de sus compañeros, hay 'quorum' en considerarla imprescindible para el programa. Pueden poner en duda su profesionalidad, pero de lo que tampoco hay duda es de su gran corazón y de que es una mujer de una sensibilidad exacerbada que ahora está atravesando un momento difícil en el ámbito personal. Lydia Lozano tenía que hacer frente hace pocas semanas a la muerte de su hermano Jorge, una persona tan querida como ella en el ámbito académico. Desde entonces, la periodista ha incrementado los cuidados y atenciones por su madre, que la tiene muy preocupada. Lydia no ha podido soportarlo más, y se ha roto, desbordada por su situación personal.
Todos nos hemos emocionado ante las palabras de Carles Francino en su vuelta a 'La Ventana' de La Ser. El periodista narraba su terrible lucha contra la covid, que le mantenía alejado de su trabajo durante 47 días en los que ha estado en la UCI y ha llegado a sufrir un ictus. Lydia Lozano ha conectado emocionalmente con su experiencia y no ha podido contener las lágrimas. "Cuando oyes 45 días, que empezó con 5 días es que ha sido igual y es tan tremendo, tan tremendo", confesaba haciendo alusión a la muerte de su hermano.
Carlota Corredera, muy empática, sabía que las lágrimas tenían mucho que ver con la persona que más importa a su compañera: su madre, que lleva años delicada de salud y el hecho de sobrevivir a un hijo la ha vuelto más vulnerable. La presentadora daba con la tecla adecuada y conseguía que Lydia soltara toda la angustia que la inundaba. "Mi madre está con ayuda médica. Fue a un psiquiatra y está mal", contaba la tertuliana.
Todos sus compañeros se volcaban en reconfortarla y tranquilizarla. Lydia es un 'show' en sí misma y, aunque su corazón llore o esté pasando una tarde complicada en 'Sálvame', es la primera en amenizar y distender el ambiente marcándose un 'chuminero' si hace falta'. Pero, más sensible que de costumbre y con la salud de su madre como su máxima preocupación, Lozano reconocía su mayor temor: "Es insuperable y no quiero que me vea así". Afectada por el testimonio de Francino, seguía: "Es lo que le ha pasado a Carles, joven, sin ningún problema y entonces es que es muy... es algo que es como un ente. Y dices, ¿por qué?"
Lydia Lozano, más tranquila, pero emocionada, ha querido agradecer el gran apoyo de los enfermeros que cuidaron a su hermano hasta el final, pues "me siguen llamando para saber cómo está mi madre".