Lydia Lozano se ha confesado con su compañero Omar Suárez en las páginas de Lecturas cuando ha cumplido 61 años acompañada de su madre, Sol Hernández, y su marido Charly. La querida colaboradora televisiva, hace balance en una celebración agridulce marcada por la muerte de su hermano Jorge el pasado mes de marzo a consecuencia del coronavirus. Además de los cambios de planes para esta Navidad, para evitar imágenes tristes y ver "sillas vacías", Lydia Lozano ha 'recorrido' también terrenos más lúdicos y ligeros, como el encuentro de Alejandra Rubio en la fiesta de cumpleaños de Belén Esteban. Un 'momentazo' que es PURO SALSEO y que supone un giro de guión en el duro enfrentamiento que protagonizaron el año pasado.
Una de las tensiones que marcó el confinamiento de 2020 derivó del presunto ataque de Alejandra Rubio a Lydia Lozano destapado por Miguel Frigenti. Según el periodista, la hija de Terelu Campo habría llamado "vieja de mierda" a la tertuliana de 'Sálvame'. ¿Qué había de verdad en estas graves acusaciones? Lydia Lozano mira atrás sin resentimiento hacia la joven, y nos descubre en conversación con Omar Suárez, su encuentro en la fiesta de Belén Esteban y que las ha llevado a limear asperezas.
El cumpleaños de la de San Blas dio para muchísimo. Terelu Campos se convertía en cronista de excepción para Lecturas y daba los detalles de su reencuentro con sus excompañeros de programa, con su hermana Carmen Borrego y su cuñado José Carlos Bernal. No fueron los únicos 'momentazos' de la noche. Lydia Lozano acabó aclarando posturas con Alejandra Rubio. "Yo estaba con Matamoros y con su novia y ella es amiga de Alejandra, así que nos pusimos a bailar las tres", un gesto que nos habla de la persona tan especial que es y por lo que es tan apreciada.
Asimismo comparte algo con el clan Campos, que seguro allanó el terreno para que Alejandra le hiciera una inesperada confesión: "No soy nada rencorosa". Y es que, según nos ha contado, "no es verdad que me insultara llamándome vieja de mierda". Al parecer, la hija de Terelu le "reconoció", que sí que estuvo "muy cabreada" con ella, llevándola a atacarla 'en caliente', pero que seguro no sentía en absoluto. Para Lydia, aunque sí que le haya reconocido que "algo sí que dijo", es agua pasada. Las risas con la que nos ha hecho esta confesión así lo demuestran.