El destino de la luna de miel de Raúl Prieto y Joaquín Torres (si las circunstancias lo permiten)

Cuando uno pasa por el altar, una vez terminan todos los preparativos de la boda, solo piensa en una cosa: la luna de miel. Raúl Prieto (47 años) y Joaquín Torres (52 años) se casaban este pasado viernes 19 de mayo en Sevilla rodeados de todos sus amigos y familiares. Una espectacular celebración donde los hijos del arquitecto fueron los grandes protagonistas y Belén Esteban se convirtió, una vez más, en el alma de la fiesta. Ahora, ¿dónde se van a ir de viaje? La pareja tiene muy claro el destino pero son conscientes de que la situación personal que viven puede que trastoque sus planes.

Tal y como desvelaban en 'Sálvame', la madre de Joaquín Torres se encuentra delicada de salud y esto podría hacer que la pareja pospusiese sus planes de viaje hasta que encontrarse un momento más adecuado. El arquitecto es, como hemos visto en las últimas semanas, una persona muy familiar y muy ligada a los suyos. Tanto a sus hijos, a los que adora, como a sus padres. Y eso que su historia no ha sido fácil. La salida del armario de Joaquín fue un duro trance que tuvo que gestionar y soportar de la mejor forma posible.

El destino de la luna de miel de Joaquín Torres y Raúl Prieto

Habituales viajeros, a través de sus respectivas redes sociales hemos podido ver a Joaquín Torres y Raúl Prieto disfrutando de las maravillas del mundo. Visitando monumentos, pasando temporadas en la playa, la pareja sabe relajarse y olvidarse de los mil y un problemas que siempre acarrean los trabajos exigentes. Con este bagaje en la maleta, ¿qué tendrán pensado para sus luna de miel? Pues parece que la idea está clara. Según relataban en 'Sálvame', Joaquín y Raúl querrían viajar a Japón. Un destino exótico donde pueden no solo conocer la cultura nipona, sino también combinar naturaleza y ciudad.

Antes, eso sí, también tendrían pensado pasar unos días por la Provenza francesa. Un descanso entre el ajetreo de la boda y la intensa luna de miel para cargar pilas, hacer balance de todo lo vivido y ya afrontar el viaje con más energía y ganas. Todo, por supuesto, si la situación familiar de Joaquín Torres lo permite. Sin duda, es un viaje deseado y ansiado, su primera escapada ya como matrimonio, pero las cosas importantes de la vida siempre van primero.

Raúl Prieto y Joaquín Torres durante uno de sus últimos viajes

Una boda de cuento y el regalo de Joaquín Torres a Raúl Prieto

Reconocía Joaquín Torres que las últimas semanas no habían sido sencillas. ¿Qué boda lo es? El arquitecto pedía perdón a su entonces futuro marido por todos los quebraderos de cabeza y aseguraba que todo siempre lo había hecho para que Raúl fuese lo más feliz posible. Sin duda, a juzgar por todo lo que hemos podido ver, lo ha sido. Desde el paseo en barco por el Guadalquivir en la preboda hasta el momento del baile nupcial una vez ya casados.

Terelu Campos, íntima amiga de la pareja, era la que nos desvelaba cuál había sido el regalo que el arquitecto le había hecho a su marido. “Cuando nos mandaron la invitación de boda, venía con un QR y con una canción que Joaquín le dedicaba a Raúl que es ‘Si me das a elegir’ de ‘Los Chunguitos’. Y entonces ha sido con un coro y una cantante, que Joaquín le ha regalado eso a Raúl”. Un momento musical que ha puesto el broche a toda una velada estupenda.

Además de Terelu, también Belén Esteban, Carlota Corredera, Emma García, Rocío Carrasco o David Valldeperas viajaban hasta Sevilla para estar junto al que fuese director de 'Sálvame'. Una velada que ha vuelto a reunir a lo más granado de la televisión justo cuando es el propio 'Sálvame' el que termina.

Raúl Prieto y Joaquín Torres, junto a Belén Esteban y su marido en la preboda

La relación de Joaquín Torres con sus padres

“Mi padre es homófobo y mi madre también, se han criado en eso. Me respetan y lo aceptan, pero prefieren no hablarlo”. No ha sido un trance sencillo el que ha tenido que vivir Joaquín Torres. Criado en una familia homófoba, el propio arquitecto tuvo que luchar mucho consigo mismo para aceptarse. Pasaron años, muchos, hasta que se sintió libre y pudo hacer su vida como quería hacerla. “Ahora soy libre y me da igual lo que piensen de mí”, reconocía durante una de sus intervenciones televisivas.

“A mí me aterraba defraudar a mi padre. Yo hacía todo lo que se me pedía en superlativo. Si quería que fuera un buen estudiante, me esforzaba para ser el mejor; si había que ser heterosexual, pues luché con todas mis fuerzas para serlo”, explicaba hace un tiempo en las páginas de la revista Lecturas. “Tengo 50 años y me he pasado 40 años de mi vida inventando una historia de mi mismo. Yo era mi principal enemigo”.

Ahora, por suerte, todo ha cambiado. Joaquín es feliz junto a Raúl Prieto, su ya flamante marido, y tiene dos hijos que le adoran y una estupenda relación con Mercedes, la que fue su mujer y madre de sus dos vástagos. Ahora la vida del arquitecto es otra.