Ha sido totalmente inesperado. La semana pasada Ana Rosa, en su programa, anunciaba, como de pasada, que Luján Argüelles estaría en el plató para hablar no de su nuevo programa sino de huevos. Huevos de gallinas ecológicas. La audiencia, al principio, no entendió muy a qué venía, pero le quedó de lo más claro cuando uno o dos días después Luján regresó al espacio esta vez para hablar de espetos. Sin que nos diésemos cuenta, AR acababa de hacer un súper fichaje en la plantilla de sus colaboradores.
Argüelles ha demostrado ser una profesional todoterreno y su trayectoria da prueba de ello. La hemos escuchado en la radio, visto como reportera, presentando un concurso sobre vocabulario o, como más calado ha tenido entre la audiencia, como conductora de los ‘realities’ más ‘tróspidos’ de la televisión, ‘Quién quiere casarse con mi hijo’, ‘Un príncipe para…’ o ‘Granjero busca esposa’. Ahora aterriza a ‘El programa de Ana Rosa’ para ejercer como colaboradora, como ya hiciera en su día en ‘Las mañanas de Cuatro’. Tras la grabación y emisión de la última temporada del programa de las madres que buscan parejas a sus polluelos, a finales del año pasado, Luján no se había prodigado por televisión y sus fans ya la echaban de menos.
Ana Rosa parece haberle adjudicado los últimos minutos de su programa, esos que ahora hacen de vínculo entre su espacio y ‘Cámbiame’. Conviene retener a los telespectadores a toda costa, arrastrándolos hasta el de Carlota Corredera y, quizás una de las estrategias planteadas de la cadena haya sido reforzar esos minutos de emisión con otro peso pesado de la televisión, que goza de mucha simpatía por el público.
Lo que quizás puede llegar más a desconcertar a quien lo ve es la importancia que se le da, en sus minutos, a temas de alimentación, ¿se ha convertido Luján en una experta sobre la materia como hiciera en su día Patricia Pérez? La vemos muy capaz, pero ojalá hubieran pensado en Luján como comentarista de televisión. Siendo ácida y sardónica, haciendo aquello que tan bien se le da. Aunque no vamos a dejar de agradecer todo lo que hemos aprendido de las gallinas criadas de forma ecológica.