En el 'Sálvame Deluxe' necesitamos un traductor, un mapa y una brújula para entender todo el lío que se ha montado alrededor de los presuntos chivatazos de Luis Rollán. Parece ser que el periodista pudo traficar en más de una ocasión con información para que el paparazzi y ya examigo, Jordi Martín, consiguiera 'robados' y así poder lucrarse los dos económicamente. Había muchos nombres sobre la mesa: colaboradores de 'Sálvame', Rocío Carrasco, Isabel Pantoja, Kiko Rivera,... Sin embargo, lo único que quedó más o menos claro fue que sí 'traicionó' a su amiga Laura Matamoros. Y porque la pidió perdón mirando a cámara, porque la entrevista de ayer fue muy confusa. Luis 'traicionó' a la hija de Kiko Matamoros y Jordi consiguió unas fotos, que se han publicado ahora, en las que aparece ella junto a su hermana Irene, cuando aún era menor de edad. “La he cagado. Me he equivocado porque Jordi me tenía cogido de los huevos”, reveló para intentar convencer a Kiko, que fue el que menos se creyó sus palabras y el más enfadado con Rollán por haber "vendido a mis hijas para ganar dinero".
La polémica de las fotos de las hijas de Matamoros empezó, porque Jordi tenía una deuda económica con un amigo común. Con la intención de ayudarle, el periodista se comprometió a conseguir el dinero, que se iba a conseguir a través de estas fotografías, fruto del chivatazo de Rollán. Y por esa información se iba a embolsar parte de las ganancias por su venta.
El programa dio un giro cuando Rollán se vino abajo, víctima de la presión de estos días. Dejó de dar información y explicaciones confusas y poco concluyentes y abordó la raíz de todo el problema. ¿Por qué un chivatazo había derivado en una pelota enorme? ¿Por qué el tertuliano había dejado crecer tanto el problema? "Tenía miedo a Jordi. Quería contar que mi marido me había pegado con un bate de beisbol. Quería hablar de conflictos míos familiares, de infidelidades, de cosas que se hace en una cama, que lo que se hace en una cama se queda en mi cama,", soltaba finalmente.
Ya no pudo aguantar más el tipo y se derrumbó entre lágrimas al confesar que "lo último que ha dicho ha sido que me he inventado una enfermedad. Se lo has ido diciendo a medio Telecinco. Eso no lo hace un amigo". Luis Rollán daba a entender que Jordi estaba amenazándole y poniéndole en el objetivo de una campaña de desprestigio.