El rictus serio de Naty Abascal en Portugal parecía una premonición de lo cuesta arriba que se le iban a poner las cosas a su hijo pequeño Luis Medina en la polémica de las comisiones millonarias por la venta de material sanitario defectuoso. El marqués de Villalba se ha escapado esta Semana Santa bajo el abrigo de su madre en Tavira, el refugio luso de la exmujer del fallecido duque de Feria, tal como informa Diez Minutos. Una escapada que no ha parado el golpe judicial que ha recibido este miércoles. Sobre Luis Medina ha caído hoy todo el peso de la Ley después de que el juez le ha imputado por un delito de alzamiento de bienes y le ha impuesto una severa fianza civil de 891,427 que deberá abonar antes de que transcurran tres días.
La cuenta atrás ha empezado para Luis Medina que cada noticia que protagoniza es más escandalosa que la anterior. El aristócrata y su socio, el empresario Alberto Luceño, pasaban de investigados a ser acusados por la Fiscalía Anticorrupción de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y falsedad en documento mercantil. Ambos habían colaborado como intermediarios en la compra de material sanitario defectuoso para el Ayuntamiento de Madrid, un lucrativo negocio en el que Medina se embolsaba un millón de euros en comisiones en el peor momento de la pandemia. El hijo de Naty Abascal, con quien la relación se ha visto resentida a pesar de haber pasado los últimos días juntos en Portugal, dilapidaba esta fortuna comprándose un yate y bonos financieros. Una actitud tan descarada que llegaba a sorprender por su torpeza y ante la que la ley volvía a actuar intentándole embargar su dinero y sus bienes. Sin embargo, para la indignación de muchos, no podía efectuarse después de que el juez solo encontrara 247 euros en sus cuentas.
Ante esta situación el titular del Juzgado de Instrucción Número 47 de Madrid prometía nuevas acciones legales que han llegado en forma de la imputación por presunto alzamiento de bienes y esa fianza millonaria que tendrá que resolver en menos de tres días. De nuevo vuelve a sorprender la torpeza de Luis Medina y Alberto Luceño, pues este nuevo delito que se les imputa coincide con los indicios que para el instructor del caso existen de que ambos habrían vaciado sus cuentas "a sabiendas de que estaba siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción", según el documento al que ha tenido acceso el mismo medio.