"Nuestra hija Xana ha fallecido esta tarde a la edad de 9 años, después de luchar durante cinco intensos meses contra un osteosarcoma", era la primera frase que sacudía a todos desde el comunicado que difundía Luis Enrique hace justo un año con la noticia más devastadora. Sin afectación y desde la serenidad, pero con el dolor de una pérdida que marcará a su familia para siempre, el entrenador de la Selección Española se despedía de su pequeña luchadora, de quien todos habían aprendido la lección más valiosa: el amor que dio y recibió de quienes estuvieron siempre a su lado en la prueba más complicada.
Un año después de aquel fatídico 29 de agosto, el asturiano ha querido rendir homenaje a Xana con un mensaje tan simbólico como discreto, en sintonía con la manera en la que siempre ha manejado su vida personal. A través de Twitter, publicaba "💙⭐️💙", una estrella rodeada de corazones azules. Quienes le conocen y recuerdan aquel tristísimo comunicado, han sabido que se trataba de un recuerdo a su hija, a quien en esta fecha tan dolorosa, echa tanto de menos. "Te echaremos de menos, pero te recordaremos cada día de nuestras vidas con la esperanza de que en un futuro nos volveremos a encontrar. Serás la estrella que guíe a nuestra familia. Descansa, Xanita", se despedía entonces.
Con el fallecimiento de Xana, Luis Enrique y su mujer Elena Cullell han afrontado junto a sus otros dos hijos, Pancho y Sira, este difícil primer año sin la pequeña con discreción y amor. Él volvía a retomar su trabajo como entrenador de 'la Roja' y se refugiaba en una de sus pasiones, el deporte. Todos juntos se han confortado y aliviado en la ausencia que duele todavía demasiado, pero también con la convicción de que la luz de su "estrella" les cuida, pase lo que pase.