Lucía Rivera y Marc Márquez, primer (y patrocinado) posado en su verano como novios

Mientras que él se ha ahorrado las etiquetas al hotel de lujo en el que descansan, la influencer ha dado pelos y señales (patrocinados)

foto autor Conchi
Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

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No nos llevemos las manos a la cabeza tan pronto. Recordemos la profesión de Lucía Rivera. Sí, es modelo, pero también es influencer y, como tal, las colaboraciones con marcas forman parte de su día a día. Hasta de su día a día más privado… Esto incluye a su pareja, el corredor de MotoGP, Marc Márquez. La pareja ha compartido su primer ‘posado oficial’ como novios en sus primeras vacaciones de verano y, tras él, se oculta el patrocinio de su descanso.

El domingo 21 de julio, tanto Marc como Lucía colgaban en sus respectivas redes una foto de ambos en plan románticos. Tomada desde el hotel en el que se están alojando, el deportista evitaba hacer referencia alguna, cosa que Rivera no se ahorraba.

La hija de Blanca Romero etiqueta no solo el traje de baño que viste (eso también lo hace Márquez, que lleva uno de la franquicia de la que fue imagen y con la que hasta sacó una colección propia) sino también la empresa que les alquila el barco con el que navegan por la Costa Brava.

Vacaciones pagadas

El caso de Lucía no es ninguna excepción en el mundo de las influencers. Paula Echevarría lleva años pasando sus veranos saltando de hotel en hotel de la misma cadena, que patrocinaba sus vacaciones en Sanctipetri o en Ibiza. Por su parte, la modelo se ‘deja querer’ por unos hospedajes cinco estrellas localizados en Cataluña. En concreto, da pistas de que ella y su chico han estado en dos: uno, localizado en plena naturaleza, donde se habrían mimado en la zona de spa, y otro en Platja d’Aro, que se autoproclama como el “lugar soñado para disfrutar de una estancia de lujo en la Costa Brava”.

En temporada alta, el cinco estrellas frente al mar aún ofrece disponibilidad para todo el que pueda pagar unos precios que van desde los 418 euros por la habitación más sencilla a los 950 euros por la más cara, que incluye experiencia gastronómica deluxe. Unas cifras que, imaginamos, la pareja se ahorra al ofrecer las redes de ella como ‘emplazamiento publicitario’ para el hospedaje. Una transacción normal en estos casos que, además, suele venir acompañada de una gratificación económica. A los influencers de mayor caché y prestigio no solo le saldrían gratis determinados productos o servicios, sino que además cobran por hacer la publicidad correspondiente. Y Lucía, que ha vivido un ascenso metórico en su carrera en redes, ya forma parte de esta primera línea de caras influyentes con las que las marcas se ‘pelean’ por trabajar y, de paso para ellos, agasajar.