Los reyes Felipe y Letizia, acompañados de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, han viajado a Sóller esta mañana para visitar una exposición conmemorativa de la amistad que unió a los genios Picasso y Miró y que puede verse hasta el 26 de noviembre en Can Prunera.
A las diez de la mañana, unos madrugadores Reyes hacían acto de presencia en la Plaça de la Constitució, donde tiene su sede el ayuntamiento de Sóller, y desde allí caminaron por las estrechas callejuelas de la ciudad hasta llegar a Can Prunera, un palacete modernista que alberga la exposición permanente de arte propiedad del empresario mallorquín Pedro Serra, muy amigo de la familia real. Para recibirlos, estaban dos de los nietos de ambos pintores, Bernard Ruiz Picasso y Joan Punyet Miró. Ambos hicieron de cicerones a los Reyes y a sus hijas a través de la exposición.
La reina Letizia comentó a la salida que a sus hijas les había gustado mucho todo lo que habían visto, incluida una colección de muñecas antiguas que, sin formar parte de la exposición que habían ido a visitar, les llamó poderosamente la atención.
Con esta visita, los Reyes se despiden de sus cortas vacaciones mallorquinas, que coinciden con la celebración de la Copa del Rey de Vela. Tras Mallorca, los Reyes viajarán a un destino desconocido, como suelen hacer en la parte más privada de sus vacaciones de verano.