Las puertas del Palacio de la Almudaina se abrieron anoche para recibir a representantes de la vida política y social mallorquina con unos anfitriones de excepción: los Reyes Felipe VI y Letizia y la Reina Sofía. Más de 400 invitados visitaron el Palacio y disfrutaron de una velada formal con la que los Reyes, una vez más, muestran su compromiso como embajadores de las islas para abrirlas y darlas a conocer a la sociedad.
La lista de invitados del año pasado se ha visto ampliada este año en un 35% y contaba con más invitados de organizaciones no gubernamentales, fundaciones, profesionales de la cultura y más representantes del sector primario, del sector alimentario y divulgadores de la gastronomía de las islas. Junto a las autoridades políticas, judiciales y militatres que acudían cada año a esta recepción, anoche también se pudieron ver sindicalistas, deportistas, representantes de ONG, colectivos sociales, académicos, científicos y un amplio espectro del mundo de la cultura local. No acudieron, sin embargo, ni Podemos ni la formación econacionalista Més, que declinaron la invitación días antes pero sí la Presidenta del Parlamenteo autonómico Xelo Huertas, a pesar de que en su momento pidió al Rey que cancelara la recepción y dedicara el dinero a alguna asocación oa un comedor social. Otro gran ausente de la noche fue don Juan Carlos, que tampoco estuvo en la recepción del año pasado.
El cátering corrió al cargo del chef Andreu Genestra, conocido por su trabajo con jóvenes reinsertados y por ser embajador internacional de los productos de la isla, otro guiño a la voluntad de hacer de esta recepción anual una celebración de la cultura local mallorquina.
Este formato de recepción que han instaurados los Reyes, de carácter más social y popular que la cena anual que daban don Juan Carlos y doñá Sofía a las autoridades, pretende ser de carácter más cercano y abierto a toda la sociedad balear y supone un cambio más en las dinámicas que los nuevos Reyes quieren integrar en su reinado.
Doña Letizia escogió un cómodo look de camiseta y pantalón negro (contrastando con el elegante vestido blanco que lució en la recepción el año pasado) con sandalias en negro y plateado y clutch de mano a juego. La camiseta de la marca española Mango, con volantes en la manga y más transparente de lo que se ve en las fotos, es una habitual de la Reina en la isla puesto que ya la lució el verano pasado. Los pantalones, en satén negro y de estilo 'pijamero' son de la firma Hugo Boss. Todo lo combinó con un clutch de Adolfo Domínguez y unas elegantes sandalias de la firma Magrit.
Doña Sofía, por su parte, fiel a su estilo, lució un look más 'isleño' y bohemio de tela brillante con flores estampadas y cinturón dorados. Entre los invitados se pudo ver a una sonriente Chenoa y a representantes del colectivo gay, que no dejaron escapar la ocasión de darle un toque colorido a la noche.