Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS
Vestida de Moschino, Katy Perry arrancaba su actuación en el intermedio de la Super Bowl. Los primeros acordes de ‘Roar’ comenzaban a sonar y ella emergía de la oscuridad subida a una leona gigante que caminaba sobre el terreno de juego, donde hacía escasos minutos se marcaban tantos y ‘touch downs’.
Katy Perry ha ofrecido en este intermedio todo lo que se esperaba de ella: espectáculo y mucha diversión. Cantó sus temas más conocidos: ‘California gurls’, ‘Dark Horse’, ‘I kissed a girl’… y lo hacía acompañada por dos grandes artistas, primero por Lenny Kravitz, con quien cantó a dúo eso de ‘he besado a una chica y me ha gustado’; y después con la rapera Missy Elliott, a quien Perry le rindió un verdadero homenaje. Y es que Missy no colaboraba con Katy, sino que era la pin-up la que se ponía a rapear los temazos que convirtieron a Elliott en una de las grandes.
Con cuatro cambios de look en 13 minutos, todos realizados por su íntimo amigo Jeremy Scott, cada uno inspirado en una parte del show: un vestido en llamas para las canciones de su último disco, otro más coqueto y de inspiración 50’s para los temas de ‘Teenage Dream’, un vestido amplio para su momento con Missy Elliot y, por último, un modelo de noche largo, en color plata y con estrellas cosidas en relieve para terminar el show, volar por los aires y dejar a todos con la boca abierta, confirmando lo que ya sabíamos, que Katy Perry era la mejor opción para dar espectáculo en el intermedio de la Super Bowl.
No te pierdas la actuación al completo de la artista aquí.