Pistoletazo de salida en Los Ángeles para la temporada de premios 2017-2018 con una alfombra roja llena de estrellas. La Academia de Televisión de Estados Unidos ha entregado un año más los galardones Emmy, que premian a lo mejor de la pequeña pantalla. Una noche sin sorpresas en la que The Handmaid’s Tale se ha coronado como el mejor drama, con cinco galardones, al igual que Big Little Lies que consigue el éxito como mejor miniserie. Entre las otras grandes triunfadores de la noche se han situado Veep como mejor comedia y San Junípero como mejor tv movie.
Sin embargo, todas las miradas las han acaparados ellas. Veteranas y noveles intérpretes que han lucido sus mejores galas en la que está considerada la primera gran alfombra roja del nuevo curso. A la entrada del Teatro Microsoft de Los Ángeles han desplegado toda su elegancia y glamour figuras de la talla de Sofía Vergara, tan exuberante como siempre, Felicity Huffman o Reese Witherspoon.
Nicole Kidman ha derrochado sofisticación con un diseño años 50 en rojo pasión mientras que las veteranas Michelle Pfeiffer y Jane Fonda han vuelto a despertar admiración por su impresionante desafío al paso del tiempo. Y es que ambas parecen haber hecho un pacto con el diablo.
Elisabeth Moss, que se ha convertido en la nueva reina de la televisión gracias a su papel en The Handsmaid’s Tail, ha protagonizado una de las anécdotas más entrañables de la noche. La joven ha lucido un espectacular diseño de Prabal Gurung con unos altísimos tacones pero, una vez concluida la gala no ha dudado en quitárselos y ponerse unas pantuflas. Sin duda, una solución mucho más cómoda para una noche muy larga.