Ayer por la tarde, Emma Stone, en su carísimo hotel de Los Ángeles, se vestía de ganadora para acudir a los Oscar. Menuda obviedad pensaréis, pero no. Parece que muchas veces las estrellas ‘huelen’ cuando el premio va a ser para ellas y cuando no. Cuando merece la pena pasar a la historia en las galerías de fotos de la Academia y cuando casi con un ‘meh’ van apañados. Ayer por la tarde, cuando Emma Stone se miró en el espejo de cuerpo entero de su habitación LO SABÍA.
Efectivamente, horas más tarde la veríamos subiendo a por la preciada estatuilla por mejor actriz principal por ‘La la land’, encarnando el glamour del Hollywood clásico, con su melena pelirroja perfectamente ondulada a lo Rita Hayworth y los flecos de su vestido tintineando como estaría haciendo su corazón en esos precisos instantes. Ella se había colado entre las mejores actrices de la historia y Givenchy, la firma que la vestía, también logró su momento estelar.
Vestir a un ganador o a una ganadora supone entrar a formar parte de la galería de los iconos. Recordamos el modelo rosa chicle de Gwyneth Paltrow, la americana blanca de Jared Leto, el nude de Penélope Cruz, la silueta tipo new look del Audrey Hepburn ¡y por el amor de Dios también recordamos hasta cómo iba Pilar Bardem cuando Javier ganó su premio! Lo que os decimos, si anoche Emma se marcó un tanto en su carrera, no menos lo consiguió la firma encargada de vestirla.
Pero ella no fue la única que triunfó. Stone se llevó a casa al ‘tío Oscar’ pero hubo un buen puñado de estrellas que nos hicieron soñar (casi) tanto como los números musicales de ‘La la land’. Menciones merecen Isabelle Hupert, nominada por ‘Elle’ o Nicole Kidman, nominada como actriz de reparto por ‘Lion’. Las dos apostando por los tonos más claros y los detalles de cristales bordados que aportan un halo de iridiscente de pura magia. Curiosamente ambas iban de Armani Privé.
Mientras que otras ediciones se han caracterizado por los colores vivos, saturados y que convertían la alfombra roja en una verdadera selva tropical, este año los colores claros, nudes, beiges, grises perlados, blancos hueso y demás han copado la mayor parte de los looks. Salvo en contadas excepciones, como Viola Davis, que optó por un frambuesa en su Armani Privé, una de las marcas más repetidas en esta edición.
Y sí, sabemos que os lo estáis preguntando porque era una duda que os consumía el alma: a Ryan Gosling por quedarle todo bien, le queda hasta una camisa con chorreras. Eso sí, de Gucci. Con él la teoría de vestirse de ganador falla, pues a pesar de haberse preparado estilísticamente a conciencia, el premio se lo ha llevado Casey Affleck, por ‘Manchester frente al mar’, con un traje que parecía prestado de su primo de 17 años cuando este se graduó del instituto. Puede que no se acordara que tenía que acudir a los Oscar e improvisó. Y con las prisas de encontrar una americana que le cerrase (al final, ni eso logró) hasta se le olvidó peinarse. Y, mientras, en su butaca, vestido de ganador, Gosling que aplaudía pensando ‘ese premio me pegaba más a mí esta noche’.
No dejamos de lado la belleza de la alfombra roja y te enseñamos los peinados más espectaculares (y los no tanto) de la gala y cómo copiar el maquillaje de las estrellas.