La celebración de la Nochebuena en el Palacio de Liria ha sido la más triste en años, por la ausencia de la duquesa de Alba, que fallecía el pasado 20 de noviembre en su residencia sevillana. No era tiempo de celebraciones para la familia, aunque sí quisieron reunirse alrededor de la mesa para no perder una tradición que instauró doña Cayetana hace años, pues era para ella una de las fiestas que más le gustaba.
Tan solo se vió llegar en un taxi al palacio a Fernando Martínez de Irujo, que saludó con la mano amablemente a los presentes en la puerta. El resto de sus hermanos ya se encontraban en el interior de la residencia esperando para la hora de la cena.
Entre los ausentes a esta reunión se encontraba Alfonso Díez, que prefirió pasar esta noche en compañía de su familia, pues venían unos sobrinos que viven fuera de España a pasar estar fiestas y apoyar al viudo de doña Cayetana, al que tanto quieren.
Alfonso está pasándolo muy mal y va a necesitar mucho tiempo hasta que se vaya haciendo a la ausencia de la duquesa de Alba. Así, estos días los va a pasar con los suyos, recibiendo numerosas muestras de cariño y afecto, algo que tanto necesita en estos momentos de tanto dolor y sufrimiento por la ausencia de su esposa.
Nada volverá a ser igual en la familia Alba, pues doña Cayetana era el nexo de unión entre todos sus hijos. Ahora, a su sucesor y primogénito Carlos Fitz-James Stuart, le toca la ardua tarea de seguir la labor iniciada por su madre y todo ello sabiendo que será difícil de conseguir ser tan querido como lo fue en su día su progenitora, una mujer admirada y muy querida por todos.