Estarán conmigo que, cuando uno consigue ganar en unos diez minutos de trabajo lo mismo que el resto de personas ganan trabajando ocho horas al día durante un mes entero, debe tener algo en la cabeza que los demás no tenemos. Podríamos llamarlo suerte, o coincidencia, pero vemos demasiados casos a diario como dejárselo todo al azar. Ahí hay inteligencia pura y dura. Los famosos no son cabezas locas como nos hemos querido creer. Detrás de su fachada frívola, hay una estrategia estudiada, una imagen cuidada al milímetro y un negocio del que son su propia cara visible. Así que no se preocupen, no es que uno decida ser famoso y todo le vaya bien en la vida -piensen la cantidad de juguetes rotos que se acumulan en las crónicas sociales a lo largo del año-, sino que el éxito de las celebrities está en su inteligencia superior al resto de la población. De acuerdo, no en todos los casos, pero ahora verán que se trata de una amplia mayoría.
Cuando hablamos de cociente intelectual -o coeficiente intelectual, ambas expresiones están recogidas- de famosos siempre nos vienen a la cabeza de nombres de forma inmediata: Madonna y Paris Hilton. Dos de las rubias más famosas de la historia son también dos de las famosas con una cociente más alto. La 'ambición rubia' puede presumir de tener un cociente de 140 puntos -tengan en cuenta que, a partir de 140 podemos hablar de un superdotado-. Madonna ha conseguido mantener su reinado en el pop durante casi cuarenta años, observando, cómodamente, como el resto de cantantes alcanzaban su momento de gloria para terminar cayendo en el olvido. Pero no sólo eso. Ahora, cuando su carrera musical parece estancada, la cantante trata de diversificar el negocio, ya sea hacia el cine, la moda o la hostelería. Todo vale si lleva el sello de Madonna -aunque tendremos que esperar a su próximo lanzamiento musical para ver si, de una vez por todas, consigue quitarle la ventaja a Beyoncé-.
La socialité y supuesta heredera del imperio Hilton tampoco es la chica frívola, descerebrada y alocada que nos quiere hacer creer. Paris Hilton posee un coeficiente de 132, es decir, una inteligencia superior a la media, aunque sin llegar a ser superdotada. ¿Entienden ahora que la rica heredera haya conseguido multiplicar la fortuna familiar? Paris tiene un olfato único para los negocios. Ha sabido construirse una imagen que vende, recorre el mundo asistiendo a fiestas, presentaciones, estrenos, desfiles y, encima, cobra por ello, y por si fuera poco, ha tenido sus propios programas en televisión. ¿Y qué hemos hecho el resto? Trabajar en una oficina y tratar de llegar a fin de mes sin demasiados sobresaltos. ¿Es o no es inteligente?
Pero como no hay dos rubias sin tres, la actriz Sharon Stone también puede codearse con las más listas. Con su 152 de cociente intelectual, la protagonista de 'Instinto básico' puede presumir, no sólo de un cuerpo escultural -que continúa manteniendo como siempre a sus 56 años-, sino también de una inteligencia superdotada. ¿Cabe tanta perfección en un mismo cuerpo? Debe ser que sí, ya que otras actrices, como Geena Davis, también poseen un alto índice intelectual -140 en su caso-. Davis, de hecho, habla perfectamente sueco y toca el piano, la flauta, el órgano y la batería, además de ser licenciada en Bellas Artes. Sharon Stone, por su parte, recibió una beca para estudiar en la Universidad pero lo dejó a los dos años para empezar su carrera como modelo. Y, la verdad, no le ha ido nada mal. ¿Un cerebro perdido para la ciencia? Posiblemente, pero seguro que la actriz tiene una vida muchísimo más acomodada.
El actor Steve Martin, con sus 142 puntos, también tiene su puesto asegurado entre las celebrities superdotadas, igual que Natalie Portman -140-, Arnold Schwarzenegger -135- o Shakira. La cantante colombiana ha sido una de las últimas en unirse a esta larga lista de famosos con cocientes intelectuales fuera de lo normal. Con su 140, no es de extrañar que Shakira hable perfectamente español, inglés y portugués, y se defienda correctamente en francés, italiano y árabe -y catalán desde que empezó a salir con el futbolista Gerard Piqué-. Las actrices Nicole Kidman y Jodie Foster le van a la caza, con sus 132 puntos. ¿Se animan a someterse a uno de estos tests por curiosidad? ¿O creen que no soportaría sacar menos que Paris Hilton? Pues prepárense que todavía queda.
El director Quentin Tarantino puede calificarse como 'genio' sin ningún tipo de problema. Pese a alcanzar un cociente de 160, el director abandonó el instituto cuando tenía quince años para dedicarse a trabajar en un videoclub. Fue allí donde surgió su interés por el cine y su posterior -y exitosa- carrera como director. Tarantino comparte cociente y fracaso escolar con otro genio, Albert Einstein. Pero a lado del actor James Woods no tienen nada que hacer. Woods reconoció en una entrevista que su coeficiente intelectual ronda los 184. El actor tuvo una carrera académica brillante, llegando a obtener una beca para el MIT -el prestigioso Massachusetts Institute of Technology-, pero decidió dejarlo todo para ser actor. ¿Qué les parece? Hollywood está lleno de atrevidos.
Aun así, no todo son datos tan esperanzadores. Hay quien, continuamente, ha denunciado la falsedad de estas informaciones, alegando que Mensa, la asociación internacional de superdotados fundada en Inglaterra, y que, teóricamente, ha facilitado todos estos datos relacionados con famosos, nunca ha hecho públicos los resultados, de forma que todo se trataría de meras especulaciones -aunque también hay quien apunta a que se trata de datos reales, filtrados de forma poco legal-. Cierto o no, está claro que para ser famoso no sirve cualquiera. ¿O acaso se han cruzado con muchas Madonnas en su vida diaria? Aquí, hay genio encerrado.