A veces, en eventos de tanto renombre como los Globos de Oro, se dan dos casos: los que le ponen mucho interés (sí, quizás demasiado) y los que no llegan, los que van a cumplir, vamos. Y esa actitud no solo se refleja a la hora de posar en la alfombra roja, sino también, cuando escogen vestuario. Winona Ryder y David Schwimmer son los mayores exponentes de esto último.
Tanto una como otro realmente no tienen necesidad de acudir a entregas de premios. Van por lo que tú vas a la cena de Navidad de tu empresa, por cumplir. Así son la desidia hecha persona en la alfombra roja. El actor que interpretaba a Ross en ‘Friends’ optó por ponerse el traje que llevaría a la Comunión de sus sobrinos, y arreando ¡para la gala! Ryder se lo tomó un poquito más en serio, pero tampoco demasiado. Pareciera que su estilista le planteó varias opciones y ella lo sorteó al ‘pito, pito, gorgorito’, y, al final, tocó el azul marino. ¿Podía haber mejores opciones? Muy probablemente, pero para eso tendría que habérselo tomado con más interés. ¡Qué vuelva la Winona de los 90! Esta es tan correcta que resulta aburridísima.
También están los que aciertan pero meten la pata en un detallito… Un accesorio mal elegido, una pose que chirría en la alfombra roja o pasarse con las planchas o con el secador. En una noche en la que la corrección ha sido la tónica habitual, nos encanta toparnos con estos pequeños tropezones que vuelven a las estrellas de Hollywood un poquito más mundanas.