Lorena Castell (41 años) ha sido una de las 'víctimas' de la Gala Inocente Inocente 2022 que se ha emitido en TVE este 28 de diciembre con el objetivo de recaudar todo lo posible para ayudar a los niños con discapacidad y sus familias. Blanca Suárez, Pablo López o Ana Belén han sido algunos de los rostros conocidos protagonistas de estas bromas con un fin tan solidario y no ha faltado la flamante ganadora de la última edición de 'Masterchef Celebrity'.
"Nunca hubiese imaginado ser una de las protagonistas de la Gala Inocente y me ha hecho muy feliz", ha escrito Lorena Castell en su perfil de Instagram junto a varias imágenes de su broma, que si bien ha empezado de una forma muy dulce ha acabado a tartazo limpio. Desde luego, será una experiencia difícil de olvidar para la presentadora y colaboradora de Zapeando.
Lorena Castell acudía a un supuesto evento gastronómico televisado en el que se hacía una cata de tartas por expertos y reputados reposteros y ella, como ganadora de 'Masterchef', iba a dar su opinión y aprender más sobre el mundo de la pastelería. No obstante, todo salía como jamás imaginó. Entre los supuestos reposteros empezaron a darse tartazos en la cara ante los que Lorena no podía dar crédito. Siempre cañera y con mucho humor, la catalana decía que ella tenía programa al día siguiente y no se pensaba lavar el pelo. Pero finalmente tampoco se libró de los tartazos y decidió dejarse llevar.
En directo durante la gala de esta noche y con la presentadora Anne Igartiburu, con la que ha derrochado buen rollo, ha contado cómo vivió la experiencia. "Hubo un momento que pensé que era muy surrealista y que me podían estar haciendo una prueba... Fue muy friki... Yo hilo rápido y como era un hotel pensé 'si me mancho me dan una habitación y me ducho", ha contado entre risas.
"Nunca hubiese imaginado ser víctima de una broma de 'Inocente Inocente'. Cuando la escuché [la famosa sintonía de la gala] no me lo podía creer... Toda mi familia ha llamado para aportar", ha contado la colaboradora, que sin duda está en el momento más dulce de su carrera profesional, tartazos al margen.