Lola Flores se marchó hace 25 años. Parece que fue ayer. La eterna artista, el torbellino de colores, nos dejó el 16 de mayo de 1995 víctima de un cáncer contra el que luchó 23 años. La enfermedad acabó con ella, pero no se puede decir lo mismo de su memoria y su legado musical, el cual aún en nuestros días sigue más vigente que nunca. 

Estos días se lee en las redes que La Faraona, matriarca de una saga de artistas, fue lo más parecido a 'la Rosalía de los 60'. Pionera y con un arte que dio la vuelta al mundo, Lola Flores "no bailaba ni cantaba", como decía ese famoso titular del New York Time, pero era Lola Flores y nadie se la perdía. Hacía magia sobre el escenario y su intensidad para todo se comía a la cámara. Sus hijos y nietos, casi todos artistas, son su mejor legado y su imagen un mito, un icono, que un cuarto de siglo después, lejos de perder fuerza, no tiene parangón.