El llamativo silencio de Genoveva Casanova tras el cambio de estrategia de Federico de Dinamarca

Nada queda del perfil digitalmente extrovertido que Genoveva Casanova (47 años) acostumbraba a gastar en sus redes sociales. Alguien tremendamente activo en sus publicaciones, tanto en las efímeras como en los posts. En otra época previa al escándalo de sus fotos junto a Federico de Dinamarca, la mexicana desvelaba numerosos detalles de su día a día pero, dese que su noche de cena y pernocte junto al heredero a la corona danesa, absolutamente nada. El silencio más ensordecedor. 

Genoveva Casanova, cambio absoluto de actitud 

Ha pasado de todo a nada. Genoveva Casanova, un mes normal a.F (antes de Federico), podía colgar en Instagram 4 o 5 post mensuales. Un número nada malo si tenemos en cuenta que su profesión no son las redes sociales. Además de, por supuesto un buen puñado de stories casi diarios, ya que estos exigen bastante menos preparación y más inmediatez y espontaneidad.

Además, Genoveva Casanova era de lo más activa con sus seguidores y seguidoras, a quienes acostumbraba a responder y a comentar; algo poco habitual en un perfil de personalidad. 

Eso era antes, claro. Ahora, Genoveva Casanova ha enmudecido. Silencio en los posts y silencio también en los stories. Su última publicación fue con motivo del aniversario de la muerte de su ex suegra, la duquesa de Alba, a la que estaba muy unida.  "Te echo tanto, tanto de menos… tu cariño, tu sentido del humor, tu forma tan maternal de preocuparte y de cuidarnos… cómo quisiera que no te hubieras ido", dejó escrito, en un día muy importante para ella, en el que le habría gustado acudir a la misa homenaje que su ex le brindaba a su madre; pero que no hizo. Desde hace casi tres semanas, la mexicana se ha refugiado en el palacio en San Sebastián, propiedad del patrimonio de los Alba y que  Cayetano heredó tras el fallecimiento de su progenitora.

Y, desde entonces, nada más. Y de momento parece que va a seguir así. Ella, a diferencia de Federico, puede permitirse este mutismo selectivo. Él, por su posición como heredero al trono danés, ha tenido que continuar dando la cara desde el momento uno. De hecho, la misma tarde noche que Lecturas publicó su portada con ellos compartiendo velada, el príncipe tenía cena de gala con, nada menos, que los monarcas españoles. 

El cambio de estrategia de Federico de Dinamarca entre el silencio sepulcral de Genoveva

En estas semanas, la corona danesa ha desarrollado varias estrategias para acallar la última polémica que protagonizaba 'el príncipe turbo', apodado así por su afición a la velocidad. La primera fue enviar un comunicado en el mismo momento en el que la portada de Lecturas vio la luz. Un comunicado vago y de lo más tibio, que venía a decir que nunca han confirmado ni desmentido nada de la vida privada de los integrantes de la corona y que seguirían con la misma táctica. 

Tras simular que no pasaba nada, y cuando la prensa danesa empezó a publicar a diario noticias sobre él y Genoveva Casanova, pasaron a lo opuesto: no atender a los medios. Tanto la reina Margarita como Federico, esquivaban las incómodas preguntas con andares a toda prisa, o, simplemente, alejando a los periodistas de los 'royals'. Pero vieron que esto era contraproducente. Así que dieron un nuevo golpe de timón. 

Actualmente, Federico de Dinamarca ha pasado de tener una agenda pública pactada a las salidas 'por sorpresa'. El pasado fin de semana, nadie esperaba que el heredero acudiese al entrenamiento de un equipo de fútbol femenino, acto que no estaba en su agenda del día. ¿A qué obedecerá esta nueva estrategia? ¿Desean que el príncipe siga activo pero desconcertando a la prensa? Si no se sabe cuáles son sus eventos, es difícil que los periodistas puedan saber dónde tienen que ir. 'Quien evita la ocasión, evita el peligro', han debido de pensar.