Cayetano Martínez de Irujo se ha sentado con Boris Izaguirre en el plató de ‘Lazos de sangre’, en el que ha hecho un homenaje al primer marido de la Cayetana de Alba en La 1. Tras emitir en documental, el hijo pequeño de la duquesa de Alba ha hablado de las luces y sombras de su infancia y adolescencia y ha demostrado que los ricos también lloran.
Se crio de una manera muy estricta y, muchos años después, se dio cuenta de que todo aquello le acabó generando problemas psicológicos. Viajó a Estados Unidos para curarse y allí lo pasó realmente mal. “No era feliz, tenía una contradicción. Tenía un problema emocional. Las dos primeras semanas fue algo espeluznante”, confesó el aristócrata.
“Me inflaban a tortas”, confesó Cayetano. No se sintió querido ni cuidado por Jesús Aguirre, tampoco por una de las nannys, quienes le trataban con dureza y no ha tenido reparos en hablar de maltrato. Tuvo un “trauma de infancia durísimo”, pero eso es agua pasada porque, admite, se está “liberando de esa carga de maltrato”. "Después de la 'nanny' llegó Jesús", se lamentaba. "Yo empecé a demostrar que no era tan bueno como creía [a su madre]", apostilló.
Una vez más ha hablado de la mala relación que tiene con sus tres hermanos mayores, algo que viene de lejos, de años en los que Cayetana de Alba aún vivía. ¿Y no se daba cuenta de ello? “En un palacio no te das cuenta de nada”, apostilló. Es con Eugenia con quien tiene más afinidad y solo tiene palabras bonitas para ella. "Eugenia es la perla de todos".