Fue uno de los peores días de su vida. Ya más recuperada de la impresión, Laura Matamoros se sinceraba con sus seguidores acerca de la enfermedad ocultar que sufre. “Me diagnostican un glaucoma de tensión baja”, explicaba la hija de Kiko Matamoros. Los últimos meses han sido complicados para la influencer pero, por suerte, parece que todo se ha estabilizado. Ahora, poco a poco, Laura ha ido contando cómo se encuentra y los primeros obstáculos que sufre debido a la medicación que le han recetado.
“Tenía muchas vibraciones, no en el párpado sino en el ojo, y en los aviones cuando subía sentía mucha presión. Además, sentía unos pinchazos muy profundos”. Laura Matamoros empezaba a contar el que fue, sin duda, el peor día de su vida. La hija de Kiko Matamoros se sinceraba a través de su cuenta de instagram acerca de la enfermedad que le ha sido diagnosticada. Como le ocurre a su padre, Laura sufre glaucoma, aunque parece, según explicó el colaborador, que son dos tipos distintos.
A raíz de la confesión que hizo que muchos transmitiesen toda su fuerza y cariño a la influencer, Laura va contando, poco a poco, el tratamiento que lleva y cómo se enfrenta a esta nueva vida que le espera. Esta misma mañana, no dudaba en compartir una fotografía de su ojo recién levantada. “Despertar con el ojo rojo y lloroso”, escribe en sus stories. Debido al tipo de glaucoma que padece, Laura utiliza unas gotas para la presión ocular a las que va adaptándose poco a poco.
La peor ‘herencia’ de su padre
Como le ocurre a Kiko Matamoros, Laura ha heredado también el glaucoma ocular. Son dos tipos distintos, tal y como aseguraba el colaborador de ‘Sálvame’, pero Kiko no podía ocultar su preocupación por su hija. “Por suerte no ha evolucionado”, confesaba después de que Laura hiciese pública su confesión. “Es joven, guapa y tiene una fortaleza mental tremenda. Lo va a sobrellevar bien y se va a quedar como esta”.