No solo  a Lydia Lozano el que Madrid no haya pasado a la Fase 1 le ha sentado como un jarro de agua fría. Hoy hemos sabido también que a Laura Matamoros la medida tomada por el gobierno, de acuerdo con las autoridades sanitarias, también le ha sentado fatal, seguramente porque ya se habría hecho planes para quedar con sus amigas o, por ejemplo, ir a ver a su madre o a su hermano Diego.

"No haber cambiado de fase me deprime", ha confesado Laura Matamoros, que en esta cuarentena habrá podido salir a pasear con su bebé, sacar al perro y hacerle la compra a su hermano, cuando este enfermó de coronavirus –enfermedad que ella sospecha haber pasado también–, pero nada más. Y más de 50 días sin poder hacer planes en familia o con amigos se está haciendo durillo, eso es verdad.