Laura Matamoros está disfrutando de uno de esos placeres reservados a las influencers, un viajazo en la otra punta del mundo a cargo de una marca. En este caso, la hija mayor de Kiko Matamoros ha volado hasta Bahamas en pleno diciembre (¡quién fuera ella!) junto a otros rostros de las redes sociales como Dulceida y ha vivido, sin esperarlo, una de los sustos más grandes que uno pueda pensar.
Y es que la exsuperviviente es una intrépida y no hay reto que se le resista, así que decidió participar de algo típico de la zona: nadar con tiburones. Pero ella, como buena influencer y modelo, quiso ir más allá, meterse en el agua y posar para una fotografía única con su elegante bañador de Gucci blanco. Pero cuál fue su susto cuando, de repente, se llevó un mordisco de uno de los tiburones que la rodeaban. "“Fuimos a nadar con los tiburones. Pensábamos que era mar abierto, pero es un sitio en el que hay gente que les da de comer para que se acerquen", contó Laura en el programa 'Morning Glory'.
El incidente se produjo cuando alguien les lanzó comida a los animales, algo que suele hacerse para que se acerquen y verlos mejor. "Decido tumbarme en el agua para que mi foto fuera diferente, entonces tiraron comida justo al lado de mi brazo. Me mordió. Noté como algo que te absorbe, no noté dientes", explicó la influencer, quien mostró el brazo donde la habían mordido y, aunque no se apreciaba un gran mordisco, sí un pequeño enrojecimiento.
Un susto bien gordo que terminó en nada aunque podría haber sido mucho peor. Eso sí, después del mordisco ya no quiso volver a intentarlo. "Fue un desastre porque pretendía que aparecieran muchos más tiburones alrededor, pero no quise hacer otro intento". Sin embargo, Laura confiesa que ya había pasado un miedo similar en su paso por 'Supervivientes', donde también nadó rodeada de peces. "Me moría, estaba lleno de peces enormes, tiburones más grandes que yo” dijo.