Miradlo, con esa mochilita celeste a la espalda, su cabello revuelto y su abrigo calentito. Preparado para pasar un primer día de clase estupendo. El príncipe George de Cambridge empezaba la guardería y su madre, que se ha convertido en la fotógrafa oficial de la familia, quiso dejar constancia de ello. Kate lo retrató con su mirada curiosa delante del mural que hay dibujado en la guardería Westacre Montessorri en Norfolk.
En junio, George cumplió dos años y esto supuso una gran fiesta para toda Inglaterra, donde es 'el ojito derecho' de muchos. Lo sentimos por Charlotte, su hermana menor que nació en mayo, pero tenía un rival muy fuerte con el que competir en monería. Con motivo de su segundo aniversario, la Casa Real de la Moneda puso en circulación una edición limitada de una moneda de plata con una imagen de la leyenda de San Jorge y el dragón realizada por el prestigioso artista Cristopher Le Brun en una cara, y un retrato de la Reina en la otra.
Ni en sus mejores sueños podía la reina de Inglaterra imaginar que le iba a tocar en suerte el nieto más guapo de Europa. Pero así ha sido. El primogénito de Kate Middleton y el Príncipe Guillermo llegó al mundo con un pan y un montón de fotos bajo el brazo pero también desplegando un arsenal de encantos que han conseguido derretir hasta al más republicano.
Ni sus propios padres parecían dar crédito cuando le presentaron ante sus súbditos desde el balcón del Palacio de Buckingham y sus caras solo decían "¡caramba! ¡qué bien lo hemos hecho!". Los británicos pueden respirar tranquilos: el legado de Lady Di vive en el bebé más rubio, más guapo y más simpático a este lado del Atlántico.