La noche del jueves se vivió rodeada por un hilo musical en la ciudad de Las Vegas. Y es que se celebraba la mayor gala para la música en español: los Grammy Latinos. Hasta EEUU se desplazaron no sólo artistas de Latinoamérica, sino también españoles.
Nuestros mejores embajadores en el extranjero fueron pasando poco a poco por la alfombra roja. Entre ellos, Niña Pastori, el grupo Dvicio, Enrique Iglesias, Pablo López y Adrián Martín, el niño con hidrocefalia de "La Voz" que, aunque no consiguió su trofeo, se convirtió una vez más en el centro de atención por su inigualable carisma y el cariño que le tiene la gente.
De entre todos los nombres que se barajaban, fueron dos los españoles que lograron alcanzar su premio: Niña Pastori y Alejandro Sanz. La gaditana se alzó con el Grammy al mejor álbum de música flamenca, por “Ámame como soy”. Un premio discutido entre varios grandes españoles como Remedios Amaya, José Mercé o María Toledo.
Nuestro gran Pablo Alborán volvió a estar nominado, esta vez a tres Grammy, en las categorías de grabación del año, que se lo llevó “La bicicleta” de Shakira, álbum del año, que fue a parar de forma póstuma a Juan Gabriel, y mejor álbum vocal de pop contemporáneo, para Jesse & Joy.
El gran ausente fue Alejandro Sanz, que resultó ganador del Grammy al mejor video musical de versión larga por “Sirope vivo”, al que estaba nominado también el grupo madrileño Dvicio. Fueron ellos los que se llevaron parte del protagonismo de la noche no precisamente por su actuación, sino por el error garrafal que cometió Andrés Ceballos, uno de sus integrantes. Ceballos, al entregar el Grammy póstumo a Juan Gabriel preguntó: “¿No está? Bueno, ya se lo entregará la organización”. Por estas palabras ha sido muy criticado en las redes sociales.