El último homenaje que ha recibido la añorada Rocío Jurado en Chipiona no ha servido para que Rocío Carrasco, invitada al acto, se haya acercado a sus hijos. Ha vuelto a dejar plantados a Ro y David, y ha perdido así una oportunidad de oro para acercarse a ellos y descongelar su relación. Lleva casi cinco años sin hablarse con su hija y desde junio del año pasado sin tener contacto con su hijo. Según hemos podido saber, en el fondo de su alma, David esperaba que su progenitora tuviera un gesto y se acercara a ellos. Quizá haya sido esta ausencia la que haya propiciado una de las imágenes más entrañables que se recuerdan desde que la artista falleciera el 1 de junio de 2006. Las emocionadas lágrimas que inundaron los ojos de su nieto, David, durante la presentación del monumento restaurado erigido en Chipiona en memoria de su abuela han llegado a lo más hondo del corazón de muchos. El apoyo incondicional de su hermana mayor, Ro, el tierno momento en el que ella, sin soltarle de la mano, le acaricia para paliar su llanto y los profundos abrazos en los que se fundieron fueron los auténticos protagonistas de una emotiva jornada.