Las 10 excentricidades más locas de Mariah Carey

María Carey
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¿Quién no ha querido tener a disposición un regimiento de mayordomos dispuestos a cumplir todos sus deseos? ¿Quién no hubiese dado su vida por una tarrina de helado de chocolate importado de Italia en mitad de la noche? Los simples mortales nos tenemos que conformar con nuestra rutina diaria, pero los famosos aprovechan cualquier ocasión para dar rienda suelta a sus excentricidades.

Y si hablamos de locuras, excesos y caprichos, la reina de las celebrities es Mariah Carey. La cantante igual lleva a sus hijos al parque con traje de noche y tacones de infarto como hace esperar cuatro horas a sus fans para dar un concierto. Y es que Mariah, por mucho que lo niegue, es la famosa más insufribles de todas. “Supongo que soy una diva en algunos aspectos”, ha comentado la cantante. “Puedo ser un poco difícil y algo rígida en lo que quiero, pero no creo que sea muy exigente”. ¿No? ¿Estás segura? Vamos a repasar 10 de las excentricidades más locas de Mariah Carey:

1. La cantante tiene lleva 11 guardaespaldas cada vez que va a un restaurante, para que se sitúen alrededor de la mesa e impidan que los demás comensales la vean comiendo. Imaginamos que el número de guardaespaldas variará dependiendo del tipo de restaurante, pero lo que tenemos claro, viendo la figura de la diva, es que comer, come por los 11.

2 .Cuando acudió a firmar autógrafos a unos grandes almacenes londinenses, la cantante pidió una mesa valorada en 50.000 libras, cubierta de un precioso mantel de seda, para poder autografiar y atender a sus fans con toda la comodidad del mundo. Pero no contenta con eso, también solicitó un trono valorado en 1000 libras y una buena cantidad de rosas y mariposas -no sabemos si de verdad o de imitación- para decorar el espacio. Puro minimalismo.

3. Cada vez que se aloja en un hotel -como en el exclusivo Claridge's en Londres-, insiste en que monten un gimnasio justo al lado de su suite. Además, reserva todas las suites disponibles en el hotel para que nadie pueda molestarla y, de paso, pueda alojar a su equipo de estilistas, peluqueros, publicistas, asistentes, representantes y personal de seguridad.

4. La cantante no se conforma con un recibimiento al uso. Antes de hacer su aparición estelar en cualquier evento, Mariah se asegura que sus asistentes se encarguen de prepararlo todo a su gusto. En 2005 obligó a los responsables de un hotel a que desplegaran una alfombra roja rodeada de velas blancas en la recepción, mientras ella esperaba dando vueltas en su limusina. Claro que luego se gastó más de 20.000 libras por noche para compensar tanto despliegue.

5. Mariah Carey es una mujer muy preocupada por su voz, ya que de ella depende toda su carrera. Así que para preservar la salud de sus cuerdas vocales, la cantante se empeña en dormir con unos niveles de humedad propios de una sauna. “Tengo 20 humidificadores alrededor de la cama”, ha comentado la cantante. “Básicamente es como dormir en una sauna. La cama está toda mojada, el techo condensa tanta humedad que el agua acaba cayéndome en la cara y tengo que tener la televisión resguardada detrás de un cristal”. ¡Comodísimo!

6. A Mariah no le gusta cumplir años. Se niega a aceptar que está envejeciendo, así que obliga a todos sus conocidos a que le digan que tiene 12 años. “Siempre tendré 12. Y esa niña de 12 años que hay dentro de mí es lo que me hace ser optimista”. El drama vendrá el día que se de cuenta que la niña esa de 12 años ha cumplido ya los 40...

7. La impuntualidad de la cantante es legendaria. Una vez llegó 90 minutos a una entrega de premios porque se había roto una uña. El problema es tan acuciante, que en el concierto benéfico Save the Music, los organizadores la citaron con varias horas de antelación para que los asistentes no tuvieran que esperar tanto tiempo.

8. La cantante se niega a hablar con nadie los dos días previos a un concierto, comunicándose únicamente a través de notas. Pero como escribir es una tarea engorrosa, Mariah ha declarado que quiere una máquina de voz como la del científico Stephen Hawking para ahorrarse todo el show de las notas. ¿Se imaginan a Mariah hablando como un robot? Seguro que sus asistentes sí.

9. Los zapatos de tacón son su perdición. La cantante insiste en llevarlos siempre, incluso cuando va al gimnasio. “No puedo llevar zapatos planos. Mis pies los repelen”, ha comentado Mariah. Durante el rodaje del vídeo Shake It Off, la cantante tuvo que ser llevada en volandas por todo el set ya que los tacones le habían hecho herida y no podía apoyar el pie. “Reírnos todo lo que queráis, pero esto es una agonía”, declaró. Eso sí, los zapatos tampoco se los quitó.

10. Para el rodaje de la película 'Tennessee', los productores le comunicaron a la cantante que tendría que viajar en clase turista, ya que el presupuesto era muy ajustado y no podían pagarle la primera clase. ¿Qué hizo la cantante? Compró todos los billetes del avión para poder viajar sola en la cabina. ¡Así se las gasta una diva!