Lara Dibildos sobre la herencia de su madre, Laura Valenzuela: "No me ha dado ni para muebles nuevos"

"Hoy es tu cumple y aunque estás siempre en mis pensamientos y en mi corazón, hoy echo mucho de menos verte apagar las velas de tu tarta preferida de chocolate y cantar el cumpleaños feliz, aplaudiendo como una niña pequeña y sin parar de sonreír. Te quiero mamá", escribía Lara Dibildos (53 años) en redes sociales a modo de homenaje a su madre, Laura Valenzuela, en el día que hubiera cumplido 94 años.

Volcada en su faceta como actriz y empresaria teatral, Lara Dibildos ha concedido una entrevista a El Español en el ha hablado abiertamente del duelo en el que sigue sumida dos años después de la muerte de su madre. 

"Llega el momento y parece que lo tienes asumido, porque a lo largo de la enfermedad te vas preparando psicológicamente, pero es mentira. Cuando llega el día te das cuenta de que no tienes nada asumido. Te derrumbas y no lo superas", recuerda con un profundo dolor. 

Lara Dibildos, con rictus serio, no ha querido perder la oportunidad de dar el último adiós al empresario Fernando Fernández Tapias

Por mucho que se repita una y otra vez que el tiempo lo cura todo, Lara no oculta que el duelo está siendo muy difícil. "Vas pasando etapas. La vida continúa... El primer año fue duro y el segundo he ido ganando en tranquilidad", aseguraba al tiempo que reconocía que no tiene ningún tipo de apego con las cosas materiales. 

Meses después de la muerte de la veterana presentadora, Lara quiso transformar el piso que heredó de su progenitora en el Paseo de la Castellana de Madrid. "Yo me vine a vivir con mi madre cuando se puso mal. Por suerte, estuvo acompañada en sus últimos años, pero un día ella se marchó y yo me he quedado aquí. Eso ha sido lo más difícil (...) En el duelo no hay reglas, cada uno lo lleva como puede", reconocía en el citado medio.

"Me costó mucho, pero decidí mover algunas cosas de su sitio. Necesitaba ver las cosas distintas. Hice cambios en su habitación... Cada vez que veía su cama lo pasaba fatal y decidí volver a poner el espacio como era originalmente: un cuarto de estar. Tuve que quitar su habitación porque no podía verla", se sinceraba.

La herencia millonaria de Laura Valenzuela, un espejismo

Tras la muerte de la presentadora se habló de la fortuna que heredaría Lara Dibildos, pero nada más lejos de la realidad. Ella misma ha confesado en su reciente entrevista en El Español que "el dinero no me ha alcanzado para hacer obras, ni para reformar ni para comprar muebles nuevos". Eso sí, ha aprovechado para "darle un aire nuevo a la casa" con la ayuda de su chico. 

"Yo antes vivía de alquiler y me he quedado en el piso de mis padres. En ese sentido todo está bien (...) Es la suerte que he tenido yo, que me he podido quedar en la casa que compraron mis padres. Solo puedo estar agradecida", ha zanjado.

En cuanto a las joyas que su madre reunió durante décadas, asegura que tampoco las usa. "Soy más hippie que mi madre, así que no llevo nada de ella. No me aferro a nada material", confiesa. 

La dulce etapa de Lara Dibildos: enamorada y con éxito en el trabajo

"Tengo salud, tengo trabajo, dos hijos sanos y a un hombre que me quiere", exponía en el citado medio con el optimismo que siempre le ha caracterizado. Una dulce etapa en la que no deja de cosechar éxitos como actriz de teatro y, ahora, como productora. "Me centro en eso para seguir adelante (...) Intentas seguir adelante en tu vida con nuevas metas y nuevos retos".

A punto de celebrar su primer aniversario junto a Carlos Maturana, la actriz no puede estar más feliz, disfrutando de cada día sin pensar en el futuro. Y es que aunque en un principio para ella fue complicado aceptar la diferencia de edad, lo cierto es que no se arrepiente de haberse tirado a la piscina. 

Para Lara era fundamental que Carlos se llevara bien con sus hijos y a juzgar por sus declaraciones todo va sobre ruedas entre ellos. "Si no fuera así, yo no lo vería viable. Se llevan muy bien", declaraba. Respecto a sus planes de futuro, asegura que, al menos por el momento, no tienen en mente dar un paso más allá en su relación.