El encuentro entre Isabel Pantoja y su hija, Isa Pantoja, al fin se ha producido, y ha sido tan emotivo como se esperaba, al menos por parte de la artista, que no podía parar de llorar al ver a su hija en la isla que tantos sinsabores parece estar haciéndole pasar últimamente.
Tras su fortísima crisis de ansiedad, al recordar su pasado en prisión, Isabel Pantoja pudo en la gala de este jueves de 'Supervivientes' cumplir uno de sus más anhelados deseos, abrazar a uno de los suyos.
En este caso no fue su hijo, Kiko Rivera, que lo vio todo desde plató, sino su hija Isa la que no se lo ha pensado y ha viajado miles de kilómetros para animar a su madre.
Todo empezó como una 'broma' cuando Isabel Pantoja se encontró con 'alguien' tumbado en una cama con una careta de unicornio. "¡Qué ganas de ver a alguien!", dijo Pantoja nerviosa, antes saludó a la que en su momento fue su 'consuegra', la madre de Omar, que también viajó hasta Honduras para sorprender a su hijo. Tras un abrazo a modo de saludo, más frío por la parte de Isabel que de María Ángeles, el pastel se descubrió.
Bajo la careta de unicornio estaba Isa Pantoja y su madre no podía parar de llorar. Isa se emocionó, aunque de forma más tímida, mientras que su madre, en una explosión de sentimientos a su manera, la abrazaba y besaba embriagada por la emoción del momento. "Estás guapísima, y qué morena", le dijo Isa al ver a su madre, "mi niña, mi niña, ¡mi niña del alma! ¡Mi vida entera!", le gritaba Isabel.
"Ana te echa muchísimo de menos, Carlota anda para ir a verte. Albertito está con su abuela... Los cuatros están bien", le contó Isa a su madre para tranquilizarla ante el miedo de esta de que sus nietos se hayan olvidado de ella debido a su larga estancia en la isla de 'Supervivientes', que ya se alarga a ocho semanas.
Luego, madre e hija, pasaron la noche juntas en Cayo Paloma, ¿se habrán puesto al día de todo?