Ya descansa en paz. Después de 40 días en la morgue y de una truculenta historia de sospechas, teorías de asesinato y enfrentamientos entre amigos y familiares, Cristina Ortiz 'La Veneno' ha sido incinerada, tal y como era su deseo.
Sin embargo, su cremación no ha estado exenta de polémica, ya que una parte de su familia no había sido avisada de que se iba a llevar a cabo. Y es que algunos de ellos, los que exigieron una segunda autopsia para intentar confirmar las sospechas de que su hermana había sido asesinada, esperaban ahora una tercera exploración para llegar a la misma conclusión. Sin embargo, las pruebas hechas hasta ahora solo confirmaban que la causa real era un accidente doméstico. Con la incineración de sus restos, la tercera autopsia nunca llegará.
Pero, ¿quién ha decidido que tuviera lugar la cremación? Pues precisamente otra parte de su familia: su madre y sus hermanos Francisco y Belén, que han sido los únicos en acudir a la misma. Sus demás hermanos, Mari Pepa, Rafael y Trini, han sido ajenos a la incineración mientras seguían luchando en busca de pruebas que demostraran su teoría del asesinato, y se han mostrado indignados al enterarse por la prensa: "Esto es un jarro de agua fría para mí. Estoy indignada. Ahora todo lo que hemos hecho no sirve para nada", declaraba Trini a los medios.
Por otro lado Francisco, uno de los hermanos que ha tomado la última decisión, asegura que solo querían cumplir su última voluntad, que era ser incinerada y que sus cenizas se esparcieran en el Parque Oeste de Madrid. Y esto mismo es lo que han hecho este miércoles: "Lo importante es que se ha cumplido la voluntad. Aquí lo sabía todo el mundo. El que dice que no lo sabía es porque no ha querido saberlo", asegura.