Sobre las 8:10 de la mañana llegaban la Infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin con semblante serio a la Escuela Balear de la Administración Pública de Palma, donde se sentarán en el banquillo de los acusados en la primera sesión del juicio del caso Nóos.
Es la primera vez que un miembro de la familia real se presenta a una vista oral como acusado. La Infanta no se ha sentado al lado de su marido y sus abogados pedirán en esta sesión que no sea juzgada.
El matrimonio ha llegado en el mismo vehículo y Urdangarín ha abierto la puerta del coche a su mujer. No han hecho declaraciones y la Infanta simplemente ha saludado con un "hola" a los centenares de periodistas. El despliegue de los medios de comunicación es mucho mayor que la pasada vez en la que fueron llamados a declarar. Un total de 589 periodistas han sido acreditados. Cerca de 80 medios de comunicación llegados de todo el mundo dan cobertura.
Iñaki Urdangarin se enfrenta a una petición de condena de 19 años y 6 meses de cárcel por parte de la Fiscalía Anticorrupción y de 26 años y 6 meses por parte de 'Manos Limpias'.
La defensa de la hermana del Rey expondrá su rechazo a la legitimación de la acusación popular, 'Manos Limpias', para sostener en solitario la acusación contra ella como presunta cooperadora en dos delitos fiscales de su marido. El sindicato pide que la condenen a 8 años de prisión.
La Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía del Estado pidieron que la causa fuera sobreseída para la Infanta, aunque la consideran responsable civil a título lucrativo, por haberse beneficiado de 587.413 euros en el primer caso y de 168.571 euros según los representantes legales de Hacienda.