“Evitar el miedo, la tristeza o la rabia, no es lo mismo que ser feliz”, arranca su carta publicada en las redes sociales Zelda Williams, hija de Robin Williams. Su padre se suicidó tras haber sufrido una profunda depresión, por eso ahora la joven se dirige directamente a todas las personas que se encuentran en una situación parecida a la del intérprete.Les habla directamente a ellos desde lo más profundo de su corazón para reconfortarles. “Yo vivo mi tristeza cada día, pero ya no me culpo por ello. Lo hago para que los momentos de alegría que encuentro no tenga como objetivo olvidar, sino para verdaderamente ser disfrutados. No es fácil. De hecho, os diría que lleva mucho más esfuerzo hacerlo de esta manera que simplemente permanecer triste, pero con todo mi corazón os digo que no sabéis la pena que esto merece”, cuenta, como el que revela a su mejor amigo el más hondo de sus secretos.
La carta, publicada en su Instagram, también se quiere dirigir a las personas que padecen depresión. “Sé lo oscuro y lo interminable que puede parecer ese túnel, pero si la felicidad parece imposible de ser hallada, por favor, aferraos a la esperanza, aunque parezca que se os desvanece. Porque, os prometo, hay suficientes noches debajo de la misma luna amarilla para que todos la compartamos, no importa cómo o cuando lleguemos a ella”. Zelda se refiere a la luna que protagoniza su instantánea. Una gran luna sobre un lago, que ella disfrutó en compañía de sus amigos y le hizo darse cuenta lo afortunada que era. Y desea que todos los que están en su misma situación, algún día compartan con ella esa increíble sensación de paz que tuvo ella al contemplarla.
Moonrise on the lake 🌕 I spent this night shivering and laughing under a clear, cold sky full of stars with people I love just to witness something beautiful. We mooned the moon and laughed ourselves hoarse, and I'm so incredibly grateful for every silly second. I came to a realization this year that I feel compelled to share here, for whomsoever may need it: Avoiding fear, sadness or anger is not the same thing as being happy. I live my sadness every day, but I don't resent it anymore. Instead, I do it now so that the wonderful moments of joy I do find are not in order to forget, but to inhabit and enjoy for their own sake. It's not easy. In fact, I'd say it takes much more effort to consciously do than it does to just stay sad, but with all my heart, I cannot tell you how worth it it is. And for those suffering from depression, I know how dark and endless that tunnel can feel, but if happiness seems impossible to find, please hold on to the possibility of hope, faint though it may be. Because I promise you, there're enough nights under the same yellow moon for all of us to share, no matter how or when you find your way there.
Una foto publicada por Zelda Williams (@zeldawilliams) el