Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS
Natural, sin complejos y sin ningún artificio. Así se nos muestra Cindy Crawford en la última foto viral que ha dado la vuelta al mundo, la de la modelo durante una sesión de fotos en 2013 para la revista Marie Claire México. En ella vemos a la estadounidense con un conjunto de lencería negra, un gran abrigo de plumas y un sombrero. Su vientre parece diferente al que estamos acostumbrados a verle en las revistas. Su vientre parece real.
Una fotografía que se libró del efecto Photoshop, que vende la ilusión de falsa perfección a unas mujeres que empiezan a tener la visión de la realidad desfigurada después de tanto filtro, tanto tampón de clonar y tanto retoque. La fotografía, lejos de suponer un ‘tierra, trágame’, ha sido todo lo contrario. Los usuarios de las redes sociales han aplaudido la sinceridad de la instantánea y se lamentan de que no haya más imágenes como estas, esas fotos que nunca llegan a ser publicadas y que, a menudo, son borradas de las memorias de discos duros y cámaras.
La periodista británica Charlene White fue quien filtró en Twitter la instantánea, animando a las mujeres a quererse como de verdad son, sin tener que vivir sometidas a un ideal que, para empezar, no es real y no se puede ajustar a todos los cuerpos, ni por supuesto a todas las edades.
Tal revuelo montó la fotografía de una Crawford casi desnuda que la propia revista ha salido a confirmar la veracidad de la misma. Contundentes, el medio ha zanjado el tema con un “es real, es honesto y es magnífico”.
A sus casi 49 años Cindy sigue siendo una de las mujeres más bellas del mundo, con una agenda llena de trabajo y una familia con la que vive volcada. Sus dos hijos son el motor de su vida, y a su pequeña ya la hemos visto dar verdaderas muestras de maniquí. Kaia y su madre son dos gotas de agua y ya ha comenzado a hacer sus primeros pinitos como modelo, mientras que su hermano, Presley, prefiere ponerse al otro lado de la cámara y capturar las mejores poses de la adolescente. Se ve que de casta le viene al galgo.