Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS
Kim Kardashian vuelve a ser noticia por una portada en la que es protagonista. Y esta no vez no es porque se haya desnudado, haya demostrado unas sorprendentes habilidades con su retaguardia (ej. sostener copas de champán) o tener algún fastuoso evento que organizar. Nada de eso. Esta vez es porque no parece ella. Y todo gracias, o mejor dicho, por culpa de, el dichoso Photoshop, que ha vuelto a hacer de las suyas.
Si no os dijéramos quién es la imponente mujer que mira desde la portada de Love Magazine podríais pensar que es cualquier modelo o nueva celebrity de piel de ébano, pero os equivocaríais. Se trata de una de las mujeres más famosas, pero que podría pasar inadvertida en las estanterías si no fuera porque debajo de la publicación aparece el nombre de la hermana Kardashian más mediática.
Lo que más despista del look de Kim, a la vista está, es su tono de piel. Mientras que a otras muchas ‘celebs’ se les aclara el tono usando el programa de retoque fotográfico, con ella se ha recorrido el camino contrario. Se han potenciado sus rasgos exóticos de origen armenio y se le ha oscurecido la piel del cuerpo. Además, luce un peinado efecto mojado, como si acabara de salir del agua, con ondas naturales y pelo hacia atrás, nada de planchas, ni tenacillas, sus básicos a la hora de peinarse.
La revista, que se publicará en febrero, ha ofrecido el adelanto de su portada desde Instagram con dos reclamos como únicos aliados: Kim y la ropa de Miuccia Prada. Y, créenos, esto ha sido más que suficiente, ya que todo el mundo está hablando del trabajo que ha hecho Steven Klein con la fotografía y lo diferente que se ve la celebrity.
Kanye, que adora ver convertida a su mujer en un icono de estilo, seguro que está encantado con esta sesión de fotos, pero el resto de la humanidad hemos querido hacerle la prueba del ADN para asegurarnos de que esa era nuestra Kim.