Kiko Rivera se levantaba este miércoles disfrutando del precioso paisaje de La Graciosa y nada hacia presagiar que solo unos minutos más tarde iba a sufrir el duro varapalo de la muerte de su abuela. Desde que conoció el delicado estado de salud de doña Ana, el Dj se mostró muy preocupado y es que a pesar de la guerra encarnizada que vive con Isabel Pantoja desde hace casi un año, hay situaciones que no sabe como afrontar.

Aunque él mismo le reconoció a Jorge Javier que ya se había despedido de su abuela, una segunda madre para él, ha aprovechado su perfil de Instagram para dedicarle unas palabras repletas de cariño en las que ha recordado lo feliz que fue su infancia a su lado pero donde tampoco ha faltado la rabia al hacer público que ni su madre ni su tío Agustín le permiten estar presente en el último adiós a doña Ana.