Este verano se cumplirá el primer aniversario desde que Kiko Rivera decidió dar un giro radical a su vida. Se sometió a una intervención por medio de la cual los doctores redujeron el espacio de su estómago, consiguiendo que quedara saciado con menos cantidad de comida. Desde entonces, los kilos han ido desapareciendo poco a poco. Hoy se ha subido a la báscula y esta le ha dado una noticia: ha rebajado la barrera los 80.
Con 79 kilos 700 gramos, Kiko Rivera muestra orgulloso lo que ha logrado en este proceso de adelgazamiento que, no para de repetir, le hace sentirse mejor consigo mismo, pero, sobre todo, más sano. En las entrevistas concedidas cuenta que jugar con sus hijos es más fácil y que ahora puede correr detrás de ellos, algo que, en la última época de su vida, le costaba la misma vida.
Con la banda gástrica logró aquello que en otras ocasiones había fracasado. Las redes sociales fueron testigo de todas las veces que dijo: venga, me pongo en serio ¡hay que bajar de peso! Al principio empezaba su nuevo estilo de vida con mucho ímpetu, ilusión y ganas pero pronto se venía abajo. Planes de footing, mañanas en el gimnasio… pero nada, se desilusionaba y volvía a su anterior rutina.
En estos meses ha podido perder en torno a 30 kilos que se traducen no solo en su apariencia, sino también en su armario. Se atreve con todas las modas, apuesta por algo más que no sean chándales y camisetones ¡y hasta le hemos visto posar luciendo torso al descubierto!
El peso se ha convertido en otra victoria personal más, igual que su carrera en la música.