Kiko Rivera se ha sentado esta noche en ‘Viernes Deluxe’ y una vez más se ha mostrado de lo más sincero. La noche no ha sido fácil para el hijo de Isabel Pantoja, que en las últimas semanas ha visto cómo se le han abierto varios frentes. Desde que hace muy poco concediera una entrevista en exclusiva a Jorge Javier Vázquez para nuestra revista, han saltado por los aires cuestiones relacionadas con diferentes miembros de su familia. En los últimos días ha ratificado la demanda contra su tío Agustín Pantoja, ha contado algunas cosas de cómo es su relación con Jessica Bueno tras la Comunión del hijo que tienen en común, ha visto cómo su prima Anabel Pantoja se ha sentido mal por no estar invitada y su conflicto con su madre, que de algún modo también afecta a Irene Rosales, sigue igual. Inevitablemente, el primer tema que ha tocado Kiko Rivera en profundidad ha sido la polémica con la cantante.
Kiko Rivera ha reiterado lo que ya contó en nuestra exclusiva sobre el “chantaje emocional” que cree que está haciéndole Isabel Pantoja. “Lo único que pedí para saber que de buena fe quieres arreglar las cosas es que me entregues los enseres que me pertenecen de mi padre y si quieres con eso nos sentamos a hablar. Lo que quiere es chantaje emocional”, ha asegurado. Pero no es la única ‘acusación’ que ha hecho sobre su madre. Al hablar de las llamadas que la artista hace con sus pequeñas, el DJ ha asegurado que Isabel Pantoja utiliza a Anabel Pantoja con algo que a Irene Rosales le resulta súper incómodo.
Kiko Rivera ha comentado que Isabel Pantoja sigue llamando a sus hijas Ana y Carlota para hablar con ellas. “Ella llama a mis hijas. Pero hay algo que hace que es utilizar a mi prima Anabel Pantoja. Mi prima Anabel llama, Irene lo coge y de repente se encuentra que aparece mi madre… No es algo que vaya a impedir que hable con sus nietas pero joder, es feo, ¿no?”. El DJ se ha mostrado muy molesto porque cree que este gesto “es utilizar a alguien de tu familia para hacer eso”. Una situación de lo más incómoda para su mujer. Pero tanto él como Irene Rosales intentan mantener la calma. “Sabemos que mi madre es la abuela de mis hijos. Me quitó el derecho de conocer a mi familia paterna y yo no le voy a quitar un derecho así”, ha asegurado.